Nadie llega a Fogo por casualidad. Un lugar perdido en medio del océano. En medio de la nada.
El Squish forma parte de una serie de 6 refugios, diseñados por Todd Saunders, para la Fogo Island Arts Corporation , creada en 2011 por la filantrópica empresaria Zita Cobb, la cual, creyente en el potencial, cultura y valores de su tierra natal, decide invertir su tiempo y dinero en un ambicioso proyecto de rehabilitación económica de la isla.
La economía de Fogo, basada en la pesca, había colapsado en los años 60 debido a la sobreexplotación pesquera. El mundo de Cobb se había derrumbado pero ella se propuso crear uno nuevo.
Los proyectos de Saunders contaban con una única condición: tenían que ser construidos por los habitantes de Fogo, usando materiales y técnicas tradicionales que, de otro modo, estaban condenados a la desaparición.
(*)"La caridad no es sostenible. Para mí, lo más importante es optimizar la comunidad".
El refugio, formalmente rígido y atrevido, contrasta con la arquitectura vernácula tradicional. Se sitúa en "en el borde" del océano, en una zona especialmente rocosa en la que se puede experimentar, sobre todo con tormenta, la fuerza del océano. Se trata de un pequeño refugio en un recóndito paraíso natural.
Los materiales utilizados, en su mayoría, provienen de la isla. Mobiliario y decoraciones están hechos por artesanos locales. La artista londinense Silke Otto-Knapp fue la primera ocupante de este estudio.
Además de los refugios, concebidos para ser ocupados por artistas de todo el mundo, la fundación encarga a Saunders un hotel de lujo, Fogo Island Inn, totalmente fuera de rango de precios (700-2.000€/noche) y con una experiencia distinta. Icebergs en invierno y ballenas en verano. Algo que no está pensado para mochileros.
El hotel cumpleel objetivo, evidente, de atraer turismo y generar riqueza, además de servir de escaparate para el trabajo de distintos artistas.
(*) "Creo firmemente en el poder del arte para promover todo tipo de impacto social".
El resultado es una economía en armonía con el entorno. Una economía sostenible, capaz de contribuir a paliar el abandono de las zonas rurales en busca de oportunidades, que solo una gran ciudad puede ofrecer. Un progreso económico paradójicamente conseguido a través del arte y del lujo.
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