Regalos. Haz que lleguen al corazón con muy poco.

Los regalos que enamoran no cuestan dinero.

Hoy por hoy es raro el mes que no tienes que pensar en un cumpleaños, aniversario, evento más o menos comercial… En el que tengas que hacer un regalo, más o menos caro. Y es precisamente de esta percepción económica de lo que precisamente no van los regalos.

Aunque pueda parecer imposible e incluso extraño, esto de hacer regalos ha sido merecedor de investigación a lo largo del tiempo. Así fue como en 1925 Marcell Mauss estudió en profundidad el proceso que encierra el regalo. Como conclusión a su estudio acabó por identificarlo como…

El intercambio de obligaciones mutuas como elemento social inherente a la naturaleza humana y fundamentado en el esquema de dar y recibir.

Justo lo que no debería ser, por lo menos a mi entender. Desde 1925 ha llovido mucho y a pesar de que nuestra sociedad a cambiado en todo este tiempo, en esto de los regalos sigue eso del Quiz Procuo. Todo lo que hacemos, lo hacemos esperando algo a cambio o cumpliendo una de nuestras obligaciones sociales. Se está perdiendo la esencia y el espíritu del regalo.

Dar una parte de tu corazón en forma de presente por el simple hecho de querer hacerlo.

Deberíamos recordar cuando éramos niños. Yo todavía me acuerdo del primer regalo que recibí teniendo uso de razón; no era más que una muñeca de trapo hecha por mi madre. Pero sobre todo recuerdo la sensación tan especial que tuve durante todo el día  y que tenía cada vez que jugaba con ella y la olía… En ese regalo iba una parte del corazón de mi madre, una parte de sus sentimientos de amor hacia mí y es precisamente esto lo que lo hacía tan especial.

Esta sensación la he tenido este San Valentin al hacerle una tarjeta para mi niña. Ella estaba triste porque nos hizo unas tarjetas con un gran corazón, pero a ella nadie le había hecho una. Así que cogí su bote de rotuladores, un folio y me dejé el alma en ese trozo de papel. La cara que puso al recibirlo no se paga ni con todo el oro del mundo. Esa felicidad desbordante y esa ternura con la que acurruco la tarjeta que le regalé, me hizo recordar mi querida muñeca de trapo. Lo importante que son los regalos y lo importante que es poner una parte de ti en el regalo que vas a hacer.

Así que si buscas un regalo para el día de la madre, buscas regalos originales o simplemente ideas para regalar. Acuérdate de esa ilusión de cuando eras pequeño  y te darás cuenta de que lo que de verdad vale no es el regalo en sí. Sino la forma que tienes de hacerlo, el cariño que le pones, las ganas de que la persona que lo recibe, sea hombre, mujer o niño, perciba esa ilusión.

Más que regalos para mujeres, regalos para hombres o regalos para niños deberíamos buscar regalos para personas o mejor aún regalos para los sentimientos.