Regina Aguilar nació en Tegucigalpa (Honduras). Obtuvo la Licenciatura en Bellas Artes en el College of Art de Massachussets. Se diplomó en francés en Nancy (Francia) y en italiano en Paretto (Italia).
Consiguió el segundo lugar en el certamen de diseño internacional de vidrio en Saint-Louis (Francia). Representó a Honduras en la Feria Internacional de Artes de Santiago del Estero (Argentina) en 1980.
Sus esculturas están hechas de vidrio, metal y roca. Para Regina, el arte es esperanza, es paz, el arte es humano. El vidrio resulta similar al espíritu en cuanto contiene, refleja, corta; puede ser transparente o sólo translúcido, colorido o sin color. Por eso el vidrio es el material que mejor se acomoda a su pensamiento.
Crea vasijas gigantes de vidrio con personas adentro. Combina al vidrio con metal y piedras. Estos nudos evocan la tensión entre la luz y la oscuridad, la oposición entre lo ligero y lo pesado, el cuerpo y el alma, la cultura latinoamericana versus la cultura estadounidense, las batallas entre la carne y el espíritu.
En 2005 fue elegida para hacer el monumento al prócer de la independencia hondureño José Cecilio Díaz del Valle, filósofo, abogado, periodista y político, para colocarlo en la plaza de San Pedro Sula.
Tríada escultórica y un sabio estaba compuesta por tres estatuas de bronce en tamaño real, que requirieron la fundición de 6.000 libras de balas que le fueron donadas por el ejército hondureño. El conjunto escultórico representaba a del Valle en tres momentos de su vida: con su propia cabeza en las manos, representando su lado intelectual; con un globo terráqueo, representando su afán humanista y unionista; y la tercera portando una mazorca de maíz, para plasmar su amor por la tierra, y el trabajo en el campo (El Heraldo). El protagonista de la obra aparece representado desnudo lo que suscito el repudio de la población conservadora hondureña y las esculturas fueron despedazadas y sacadas del lugar "Me dijeron que era una pervertida sexual, que allí había puesto todas mis fantasías..." recuerda la autora. Dejaron exhibido solo un pie y las partes restantes desaparecieron y hasta el momento no se sabe su paradero. A pesar de ello la obra tuvo resonancia internacional y fue exhibida en el museo Reina Sofía de Madrid en fotos y recortes de periódicos. Agrega la artista "Mi trabajo artístico siempre se caracterizó por tener una crítica social o proponer un cambio, y como aquí todo es tan tradicionalista y yo no lo soy, allí vino el problema".
En 1991 cuando regresa a Honduras se instala en San Juancito, un pueblo cuya actividad principal fue la minería, que ya había declinado, por lo tanto el pueblo se encontraba desamparado. Allí Regina encontró la paz, la tranquilidad y el espacio que necesitaba para componer sus esculturas de materiales combinados, alejándose de las dictaduras del mercado de arte para dar preponderancia al placer de componer libremente.
Instituyó la "Fundación San Juancito", entidad creado para planear y ejecutar obras de índole cultural, educativa y micro-empresarial para el mejoramiento de lo calidad de vida de los habitantes de San Juancito." Con esta fundación, además de dar empleo y apoyar la gente del pueblo, creó escuelas taller para la elaboración de diversos objetos cotidianos. Esos talleres se especializan en vidrio, metal, fibras naturales, con los que elaboran joyas y lámparas vendiendo su producción a diferentes lugares como Australia, Londres y Nueva York.
Asimismo a Regina le interesa ver el efecto del montaje de variados materiales en sus esculturas, es por eso que interviene instalaciones como Azoros Reales. Los azoros son personajes ficticios, fantasmagóricos y sobrenaturales como el cadejo y el sisimite creados por la mitología popular centroamericana que despiertan terror en la población. En esta instalación Regina hace referencia a los jóvenes asesinados misteriosamente en barrios y pueblo de Honduras. En esta obra con las ramas del árbol ha representado personas humanas, un vidrio horizontal apoyado sobre unas patas de hierro aparenta la tumba donde yace un muñeco acostado, al frente de la mesa de vidrio ramas de árbol semeja una figura humana. Al costado de la mesa de vidrio y apoyado en metal un cuadrado de vidrio con símbolos romboidales sostenido por un esqueleto de metal y ramas de árbol.
La Piedra Moledora es una piedra volcánica tallada que trata con la dura vida que deben vivir las mujeres latinoamericanas debido al machismo y las constituciones arcaicas que protegen al hombre mucho más que a la mujer".
Las esculturas de Regina Aguilar con sus ensamblajes de vidrio, piedra, ramas y metales expresan con agudeza el caos y la intransigencia de la sociedad actual.