Jueves 7 de Julio de 2016
Situada a sólo unos 160.000 años luz de distancia de la Tierra, eso1311, se sitúa en la zona del cielo que ocupa la constelación de Dorado, en la Gran Nube de Magallanes que es uno de nuestros más cercanos vecinos galácticos. Está formando activamente nuevas estrellas en las regiones que son tan brillantes que algunas incluso se pueden ver desde la Tierra a simple vista, como la Nebulosa de la Tarántula. Esta imagen está tomada por el VLT de ESO en el Observatorio Paranal, en Chile, y explora una zona conocida como NGC 2035, a veces apodada nebulosa de la Cabeza del Dragón. NGC 2035 es una región HII, o nebulosa de emisión, que consiste en nubes de gas que brillan debido a la radiación de alta energía producida por estrellas jóvenes. Esta radiación extrae electrones de los átomos dentro del gas, lo que eventualmente se recombinan con otros átomos y liberan luz. Mezclado con el gas son grupos de polvo oscuro que absorben en lugar de emitir luz, y crean carriles y formas oscuras a través de la nebulosa.
Las formas filamentosas no son las que contienen el nacimiento de estrellas, sino más bien la muerte estelar. Fue creado por uno de los eventos más violentos que pueden suceder en el Universo, una explosión de supernova. Estas explosiones son tan brillantes que a menudo eclipsan brevemente toda su galaxia anfitriona, antes de desaparecer de vista durante varias semanas o meses. Del análisis de esta imagen, es difícil deducir la magnitud de estas nubes, que miden varios cientos de años luz de diámetro. Y éstas nubes no están en nuestra galaxia, sino mucho más allá. La Gran Nube de Magallanes es enorme, mide 14.000 años luz de diámetro, pero en comparación con nuestra propia galaxia es muy modesta en extensión, aproximadamente diez veces más pequeña que la Vía Láctea. Esta imagen fue adquirida mediante el espectrógrafo reductor focal y baja dispersión, instrumento adjunto al Very Large Telescope de ESO, como parte del programa de Joyas Cósmicas.
Fotografía OriginalCrédito: ESO