
La verdad es que después de algunas temporadas haciendo vídeos lunares con la QHY-5 hace algunos años, nunca conseguí tanta resolución. Es cierto que las antiguas tomas ganaban en espectacularidad, ya que siempre se agradecen los campos amplios llenos de detalles y que muestran muchas zonas en ocasiones poco conocidas. El campo de la DMK es mucho más reducido y nos centramos en el cráter o formación que queremos sacar, perdiendo totalmente el entorno. Quizás son dos filosofías completamente diferentes y sea necesario acostumbrarse.
El caso es que me gustó la experiencia y un par de días después probé con los domos Gruithuisen.

Sin la dedicación de antes, ya que llevo bastantes proyectos observacionales y cada vez menos tiempo, pero de vez en cuando en las noches que me dedique a las estrellas dobles supongo que sacaré alguna formación lunar. Espero que os gusten.