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Regreso a los orígenes – Crítica de “Rambo: last blood”

Publicado el 08 octubre 2019 por Manuzapata @vivazapatanet
Regreso a los orígenes – Crítica de “Rambo: last blood”

David Morrell se encontraba escribiendo una novela sobre un ex combatiente de Vietnam que regresa a su pueblo natal pero tenía serios problemas a la hora de bautizar a su protagonista. Cogió una manzana y le propinó un mordisco. Está deliciosa, le dijo a su mujer, ¿de qué variedad es? Rambo, contestó ella. El nombre tenía fuerza y sonaba como los anglosajones pronuncian Rimbaud, uno de sus poetas favoritos del que estaba estudiando Una temporada en el infierno, expresión que puede describir perfectamente el acontecer de este hombre. La unión de estos dos conceptos inspiró el nombre de John Rambo, uno de los míticos iconos que nos brindó el cine de los 80.

Regreso a los orígenes – Crítica de “Rambo: last blood”

Una de las primeras VHS del videoclub Zubia de Tafalla que pasó por los cabezales de aquel aparato marca Thomson que recientemente había comprado mi padre fue Acorralado, la adaptación cinematográfica del libro de Morrell, en el original First blood, algo así como primera sangre. De ahí el juego de palabras con el subtítulo de esta quinta entrega de la serie, Last blood, que indica que probablemente nos encontremos ante la última producción con este tipo curtido y baqueteado por la vida y, lo que resulta más interesante, que tenemos entre manos una continuación directa de aquel primer filme más cruda y realista.

Regreso a los orígenes – Crítica de “Rambo: last blood”

Los años han pasado para un John Rambo sesentón al que aún persiguen los fantasmas de Vietnam. Lleva tiempo retirado en un rancho junto a las mujeres mexicanas que le acogieron en su día. Ha ayudado a su anfitriona a criar a una nieta que quedó huérfana tras la muerte de su madre y la huida de su padre. La desaparición de esta cuando cruza la frontera sur para ir a buscar a su progenitor y la sospecha de que se encuentre retenida en una red de trata de blancas desata el deseo de venganza y la reaparición de viejos instintos que parecían haber desaparecido de su vida.

Regreso a los orígenes – Crítica de “Rambo: last blood”

La historia, ideada por el propio Sylvester Stallone, utiliza una estructura similar a la del primer capítulo de la saga y en su inicio plantea otro relato sencillo, ubicado en una pequeña población que, conscientemente, intenta obviar sus extemporáneas secuelas para continuar desarrollando la complejidad del veterano retratado en aquel primigenio guion.

Regreso a los orígenes – Crítica de “Rambo: last blood”

Es precisamente en los instantes de calma donde mejor se defiende este largometraje, en esa idílica hacienda y en la relación de este fulano mentalmente atormentado con su familia adoptiva; cuando la violencia exacerbada se adueña de la pantalla el libreto no se preocupa de justificar las decisiones de los personajes en beneficio del avance de la trama. Este crescendo evoluciona hacia un baño de sangre que podría ser tolerable teniendo en mente la naturaleza del rol principal y su evolución en Acorralado pero el discurso final, con cierto tono a lo peor del cine de exaltación patriótica estadounidense, echa por tierra el cariño que habíamos cogido a la película debido al ataque de nostalgia provocado por el regreso a los orígenes de una franquicia que marcó nuestra adolescencia.

Regreso a los orígenes – Crítica de “Rambo: last blood”

Copyright del artículo © Manu Zapata Flamarique. Reservados todos los derechos

Copyright imágenes  © Millenium Films, Balboa Productions, Lionsgate. Cortesía de Vértice 360. Reservados todos los derechos.

Rambo: last blood

Dirección: Adrian Grunberg

Guion: Matthew Cirulnick y Sylvester Stallone, a partir de una historia de Dan Gordon y Sylvester Stallone basada en el personaje creado por David Morrell

Intérpretes: Sylvester Stallone, Paz Vega, Adriana Barraza

Música: Brian Tyler

Fotografía: Brendan Galvin

Duración: 101 min.

Estados Unidos, 2019

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