Qué difícil es predecir el futuro. Muchos lo han intentado desde siempre. Empezando por el famoso Nostradamus, el cual muchos creen que realmente fue capaz de realizar predicciones acertadas (no voy a entrar en si es cierto o no), que hacía predicciones vagas e inexactas por lo que muchos han visto en determinados hechos históricos, la consecución de sus predicciones. Sin embargo, el cine también ha hecho predicciones futuristas, a su manera, sobre todo el género de la ciencia ficción, con series como Star Trek, sagas como la Guerra de las Galaxias, y otras similares. Éstas series hablan de futuros aún muy lejanos, y, de hecho, intemporales para nosotros, ya que no se dicen fechas concretas (en términos de nuestro actual calendario). Por esto, son predicciones de cómo serán las cosas, pero no de cuándo lo serán. Una película/saga que sí nos trata de dar una predicción más exacta es la de Regreso al Futuro.
Sé que en éste blog no hablamos de cine, pero lo que voy a hacer es un pequeño análisis de las tecnologías de la película Regreso al Futuro II (Back to the Future II), cuyo tiempo nos alcanza hoy, 21 de Octubre del año 2015 a las 4:29 p.m. Mi pregunta es, ¿verán los vecinos de Hill Valley, California, aparecer un Delorean viajando por el tiempo desde el año 1989? Me parece improbable. Sin embargo, hay ciertas tecnologías que se vaticinaban para el siglo XXI, que podemos ver en nuestras calles, alguna incluso superadas. Veamos cómo es eso:
Las tecnologías de la película
Vehículos voladores
Lo primero que nos presentan en la película cuando llegan al futuro, es una calle con un montón de coches voladores. Un poco más tarde vemos que el protagonista, Marty McFly, coge un monopatín volador, que es un juguete de una niña, para escapar de los “malos”. Bien, esto requiere un análisis en profundidad, ya que hay cosas ciertas, ciertas a medias, y falsas del todo.
Para empezar, en 2015 no tenemos coches voladores, y dudo que en un día vayamos a tener nuestras calle llenas de ellos. Lo que sí tenemos, aunque no están abiertos al público aún, son coches que se conducen solos (véanse los coches autónomos de Google), cosa que también se ve en la película que los personajes no conducen sus vehículos.
En cuanto al monopatín volador… sorpresa: ¡Existe! Aunque no sea más que un prototipo y para nada un juguete para los niños está ahí.
Comida diminuta
En la película podemos ver una secuencia en que se introduce una mini-pizza ”deshidratada”, en una especie de microondas y se le dice: “punto de hidratación 4”, y aparece una pizza de tamaño normal. Esto nos plantea dos puntos tecnológicos diferentes. El primero y evidente es que, por ahora, no tenemos en casa comida deshidratada (salvo algunas frutas que consumimos como dulce). Seguimos teniendo la comida “normal” y “aburrida” “de siempre” que tenemos que cocinar por los métodos “de siempre”, para poder comernos. Pero, ¿y lo bien que estaría poder tener comida pequeña que se hace grande? Quien sabe, quizás podríamos acabar con el hambre en el mundo.
Otro de los puntos es el tema del reconocimiento de voz. Es éste punto podría decirse que estamos igual que en la película, somos capaces (más o menos) de hablar a las máquinas con nuestro lenguaje y que nos entiendan. Y si no que se lo digan a los asistentes de voz como Siri, Cortana, Google Now…
Cerraduras con lector de huellas
En una escena de la película cercana a la anterior, podemos ver como las puertas de las casa carecen de llaves o manillas para ser abiertas. Para poder acceder a sus casas, la gente coloca su dedo sobre un lector de huellas dactilares y la puerta se abre. Actualmente tenemos ésta tecnología, e incluso la posibilidad de hacer puertas que se abran por éste método. Sin embargo, aunque en aquellos años se creía como un método de autenticación de personas totalmente fidedigno y seguro, se ha demostrado que no es así, pudiendo ser burlado por otras personas, lo cual lo hace inseguro por sí mismo. Donde sí podemos ver éste método de apertura de puertas, en combinación con otros, es en edificios de alta seguridad (bancos, bases militares o así), además de ser un método cada vez más común de verificación en smartphones.
La ropa
A día de hoy, podemos ver que vestimos de forma relativamente similar a los años 80-90, y no llevamos los trajes tan ridículamente futuristas que se aprecian en la película. De lo que sí hemos logrado ver un prototipo es de zapatillas que se atan solas e imitan el estilo de las de la película, aunque no se comercialicen. Lo que nadie ha hecho ha sido una chaqueta auto ajustable y que se seque sola, que yo sepa.
Televisión e internet
Al principio de la película, en plena calle, un tiburón sale de la pantalla en que aparecía y le pega un bocado a Marty McFly. Hoy en día tenemos cines y televisores capaces de reproducir 3D, aunque no se utilicen en plena calle, por lo que podríamos perfectamente tener la posibilidad que un tiburón nos “coma” en plena calle.
Hay una escena en que se puede ver a Marty Jr. viendo 6 canales de televisión en una sola pantalla. Aunque fuese impensable en los 80, hoy es perfectamente posible utilizar una pantalla y dividirla para ver varias partes al tiempo. También realizamos pagos a distancia mediante internet, pudiendo comprar de todo en miles de tiendas existentes en la red. En los años 80-90, esto era una idea que hacía alucinar a la gente con lo cómodos que podrían estar si se dispusiera de la posibilidad de hacer lo mismo que Marty senior cuando pone su tarjeta en el escáner para mandar su dinero.
También es posible hablar con una persona a mucha distancia viendo su cara en una pantalla. Sí señores, está al alcance cualquiera, no hay que ser millonario para utilizar aplicaciones como Hangouts, Skype y otras similares, que son gratuitas. En la película Marty es despedido por su jefe precisamente mediante una videoconferencia.
Drones y Robots
Aunque cada día aparecen nuevos tipos de robots, y algunos están al alcance del público para por ser comprados, todavía no hemos logrado un robot camarero. ¿O si? Las máquinas expendedoras podrían ser una especie de “camarero”, aunque no nos preguntan lo que queremos y hay que seleccionarlo con una tecla.
También disponemos de drones, que cada día son mas avanzados y tienen más aplicaciones. Pero no se utilizan para pasear al perro, como podemos apreciar cuando Marty llega al vecindario donde vive en el futuro-presente. quizás todo sea ponerse a ello, la posibilidad está ahí, pues tenemos drones que se auto-pilotan.
Google glasses
En la escena de la casa del Marty del futuro, vemos que los dos hijos están en la cocina hablando por teléfono, o viendo películas o más cosas mediante unas futuristas gafas. Éste dispositivo es muy similar a las Google Glases, o quizás a las Holo Lens en la funcionalidad de ver películas. En todo caso, aunque no sean modelos tan recargados, si no mas bien discretos y que tratan de pasar desapercibidos, tenemos ésta tecnología hoy en día, quizás incluso con más usos posibles que las de la película, aunque no sean más que prototipos para desarrolladores y, evidentemente, su precio sea prohibitivo para el gran público.
Lo que se dejaron en la película
Sin embargo tenemos muchas cosas que en la película no sale, así que yo creo que se han quedado un poco cortas las predicciones de la misma. Podemos empezar por un aparato de pequeñas dimensiones que da mucho que hablar en nuestro tiempo. Me refiero a algo que prácticamente todo el mundo lleva en el bolsillo, que utilizamos a todas horas, que, según dicen, desbloqueamos más de 100 veces al día de media, que consultamos unas 20-30 veces por hora… Creo que ya lo habéis imaginado: el SMARTPHONE. En la película no sale ninguno. En parte no es de extrañar, ya que en 1989 ni siquiera existían los teléfonos móviles. Era totalmente impensable que pudiéramos tener un aparato con el que comunicarnos (y más cosas) en cualquier momento y lugar.
Siguiendo con lo que no han puesto: Internet no aparece por ningún lado, los wearables, los smartwatches o relojes inteligentes, las casas inteligentes hoy en día van más allá de reconocer a la persona que ha llegado por su huella dactilar y darle la bienvenida. Tenemos libro electrónicos, pero en la película se siguen leyendo periódicos y libros de papel. También hemos empezado a experimentar con implantes en el propio cuerpo para interactuar con la tecnología que nos rodea, aunque no se haga a gran escala.
En definitiva, hoy en día estamos avanzando con la tecnología a un ritmo vertiginoso, y para saber qué nos deparará el futuro necesitaríamos un Delorean volador que nos transportara por el tiempo para verlo con nuestros ojos, ya que los avances son tan rápidos que no tenemos tiempo de asimilarlos cuando ya ha llegado el próximo.
Ahora, ¿vosotros que creéis? ¿Hemos superado los vaticinios de la película regreso al futuro, o nos queda camino por andar? (Tecnológicamente hablando, se entiende)
El artículo Regreso al futuro-presente II apareció por primera vez en Instinto Binario.