Rehabilitación energética (ii)

El post de hoy lo vamos a dedicar a hablar de las diferentes técnicas que conforman la rehabilitación energética de un edificio.

• Parte constructiva (fachadas y cubiertas): Su finalidad es reducir la demanda energética del edificio, mejorar las partes opacas y los huecos arquitectónicos presentes en la fachada y la cubierta.
• Instalaciones y equipos: Mejorar la eficiencia energética establecida mediante la implantación de equipos con mejores rendimientos y menor consumo.
• Modificación de fuentes energéticas: Cambiar a combustibles menos contaminantes o implantar energías renovables en el sector doméstico.

Las características del edificio a la hora de realizar la rehabilitación energética son las que determinarán las necesidades específicas y el nivel de actuación con el que trabajar, así como los ahorros que podrán obtenerse.

Fase constructiva: Reducción de la demanda energética del edificio

Esta fase afecta a los requerimientos de climatización (calefacción y refrigeración), por lo que existen diferencias en cuanto a los ahorros energéticos entre las climatologías frías y cálidas.

El ahorro asociado crece en función de la relación superficie afectada por la rehabilitación respecto a superficie total de la envolvente.

El aislamiento de fachadas comprende un ahorro energético del 5-16% sobre el consumo total del edificio (15-24% sobre el consumo de climatización). Esta actuación favorece, sobre todo, la reducción de la demanda de calefacción, por lo que es muy recomendable en zonas climáticas frías. También hay que tener en cuenta en estos climas que debe priorizarse el aislamiento en la fachada norte, mucho más fría. En climas cálidos, las actuaciones se deben realizar en las fachadas sur, este y oeste para favorecer la refrigeración.

El aislamiento de cubiertas supone un ahorro energético del 4-14% del consumo total del edificio (10-22% sobre el consumo de climatización). Se recomienda en cualquier zona climática.

Las acciones sobre los huecos arquitectónicos implican un ahorro energético del 3-10% del consumo total del edificio (6-20% sobre el consumo de climatización). El cambio de ventanas y carpintería se ha de realizar simultáneamente y combinado con el aislamiento de fachada para evitar la formación de puentes térmicos. En los climas cálidos, hay que considerar la implantación de vidrios con factor solar, o de elementos externos que permitan regularlo en las orientaciones sur y oeste.

Instalaciones y equipos: Mejora de la eficiencia energética implantada en zonas comunes

Las renovaciones de instalaciones y equipos dependen de las tecnologías en el momento de la rehabilitación y de los precios que tienen en ese momento.

Las renovaciones de los equipos de iluminación de las zonas comunes contribuyen en un ahorro energético del 3-8% del consumo total del edificio (25-80% de ahorro de la electricidad consumida en las zonas comunes).

Las instalaciones térmicas centralizadas suponen un ahorro energético del 8% del consumo total del edificio.

Estas medidas enfocadas a las zonas comunes para todo el edificio, pueden adaptarse también a las instalaciones interiores de las viviendas. De esta manera se mejoran la eficiencia de la iluminación, calderas, electrodomésticos y otros aparatos domésticos.

Modificación de fuentes energéticas

La diversificación de fuentes energéticas colabora a evitar las puntas de consumo.

Conectando las instalaciones térmicas a la red de gas natural se puede ahorrar una energía primaria del 11-15% del consumo total del edificio debido a que las pérdidas por transporte y distribución son inferiores a otras fuentes energéticas.

El uso de energía solar térmica para la producción de Agua Caliente Sanitaria (ACS) produce ahorros importantes en energía primaria y emisiones de CO₂. Su implantación llega a reducir el 15-30% del consumo total del edificio. Para garantizar estos importantes ahorros energéticos y ambientales, es necesario realizar un buen mantenimiento de las instalaciones solares.

Dado el evidente potencial de ahorro energético y de emisiones de y su posible aportación a la contención del consumo energético, deberían abrirse nuevas vías para potenciar este uso de energías alternativas, no como lo que se está haciendo actualmente.