“El Reiki está al alcance de cualquiera, todo el mundo puede hacerlo y siempre es para bien”
John Curtin, maestro reiki
¿Verdad que cuando nos damos un soberano mamporro y nos duele nos llevamos la mano a ese lugar ? Ahora mismo me viene a la cabeza el ministro Gallardón I “El Indultador” frotándose sus costillas (¡glup!,menuda imagen). Es raro pero el dolor desaparece o por lo menos disminuye, a no ser que hayas de recoger tus huesos con una escoba. Pues resulta que con ese gesto te estás aplicando una terapia milenaria japonesa llamada Reiki, “energía universal” en japonés. Quienes lo conocen, cada vez más en este occidente incrédulo como Santo Tomás, aseguran que funciona. Lo que puedo asegurar es que no se si será por efecto placebo, sugestión o lo que sea, se nota y es muy relajan. lo he experimentado a manos de mi “reiki” de cabecera.
Aunque el Reiki nació hace miles de años no fue hasta que a principios del S.XX un monje catedrático japonés, el doctor Mikao Usui, lo redescubrió igual escarbando por los cajones. Consiste, muy básicamente, en aplicar las manos con delicadeza (no vale una bofetada) en unos puntos muy concretos del cuerpo con el objetivo de canalizar energía hacia sí mismo o hacia otros para curar dolencias físicas o emocionales. Lo mejor es que todos podemos aprender. No necesitas un grado, ni siquiera un máster, tan sólo voluntad e iniciarte o “sintonizarte” con el Reiki a través de un maestro debidamente cualificado, huid de los charlatanes. Lo mejor es que todos podemos aprender ya que hasta la física cuántica afirma que somos “energía”. Por tanto cualquiera podría practicarlo, en principio, porque algunos parecen personas pero no lo son y también andan sueltos humanos vacíos, sin energía, a veces los llaman “mayoría silenciosa” pero bueno, eso es otra historia.
Según el Reiki la enfermedad se originaría, a grandes rasgos, por un bloqueo de energía, por tanto si se elimina el “bloqueo” la energía fluye de nuevo y se restablece el equilibrio desaparecería la dolencia.
El Reiki es bueno para todo y puede ser una ayuda sin efectos secundarios para superar la especie de tristeza generalizada que muchos padecemos por el agobio al que estamos sometidos. Según John Curtin, para el Reiki “no hay cuerpos enfermos, hay almas enfermas” por tanto al equilibrar energéticamente a la persona física y espiritualmente esa depresión desaparecería. Pero ojo, lo que siempre hemos de tener en cuenta es que el Reiki es compatible con el tratamiento médico, pero en ningún caso hemos de dejar la medicación, no vaya a pasarnos como a Steve Jobs que cuando se dio cuenta que con terapias alternativas solamente no tenía suficiente, ya era tarde.
Para el que piense que esto es superstición diré que el Reiki está reconocido como “terapia alternativa” por la OMS y que la “medicina ortodoxa” ya lo usa. En países como Reino Unido o USA se utiliza en hospitales. Hasta en España ya se aplica de forma experimental en algunos como el Gregorio Marañón o La Paz, habitualmente con pacientes de cáncer ya que al parecer el Reiki ayuda a soportar la quimioterapia, el caso es que los resultados parecen ser buenos.
Y una cosa, los que lo practican aseguran que cuanto más Reiki haces, mejor te sientes. Así es que, a practicar. Seguro que es maravilloso descubrir que el poder está en de tus manos.