Leonor de Aquitania fue una de las mujeres más excepcionales y controvertidas de la Edad Media. Duquesa de Aquitania, reina de Francia y posteriormente de Inglaterra, madre de diez hijos, luchó por su dignidad, sus intereses y los de sus descendientes, llegando a sufrir la reclusión ordenada por su segundo marido.
Heredera del ducado de AquitaniaSe desconoce la fecha exacta del nacimiento de Leonor pero muchos autores apuntan 1124 como el año en que nació la heredera del ducado de Aquitania. Su padre era Guillermo X y su madre Aenor de Chatellerault. Siendo quien recogería el título de duquesa a la muerte de su padre, se la educó como si fuera un varón, enseñándole, además de a leer y escribir, el arte de la caza y los entresijos del mundo militar.
Aquitania era un extenso territorio al sur del entonces reducido reino de Francia gobernado por la dinastía capeta. Por eso no era de extrañar que, a la muerte de Guillermo X en 1137, el rey francés, Luis VI El gordo, se apresurara a pactar el matrimonio de su hijo con Leonor, quien no era más que una niña de poco más de 13 años. El rey capeto moría pocos días después convirtiendo a su hijo y a Leonor en reyes de Francia y poseedores de un gran territorio.
Luis VII, su piadoso primer maridoEse mismo año, Leonor y Luis, de 17 años, se casaron en Burdeos. La joven duquesa abandonaba el esplendor y la alegría de la corte de sus padres para vivir en un mundo totalmente distinto al suyo. En París no había trovadores, ni fiestas, ni poesía. Reinaba la austeridad y la piedad. Sorprendida primero y dispuesta después a cambiar la situación intentando introducir las costumbres de su propio ducado en la corte capeta, Leonor fue foco de críticas y desaires por parte de muchos.
La relación con su marido tampoco fue demasiado buena. A su fría convivencia se unió la preocupación por la falta de un heredero varón que nunca llegó. Leonor y Luis sólo engendraron dos niñas, María de Champaña y Alix, futura condesa de Blois.
La tensión entre la pareja iba en aumento. El viaje a Tierra Santa que emprendieron juntos bajo el estandarte de la segunda cruzada, terminaría en una vergonzosa petición de nulidad para Luis, por parte de su mujer.
La segunda cruzada y en conflicto de AntioquíaEn 1147, tras la convocatoria de cruzada que hizo Bernardo de Claraval en Vézelay, el piadoso rey francés decidió unirse al ejército cruzado. Sorprendentemente, Leonor decidió acompañarle, hecho que animó a muchas damas de la corte a unirse a sus maridos. Esta fue la excusa perfecta para culpar a las mujeres del desastre de la segunda cruzada. Un ejército acompañado de mujeres, fuente de pecado, como hijas de Eva que eran, no podía tener el beneplácito divino y así se demostró con su derrota.
Sea como fuere, Leonor participó activamente en las decisiones de los cruzados. Pero al llegar a Antioquía, donde gobernaba su tío Raimundo, la relación con Luis estalló. Leonor, deseosa de volver a ver a su tío, pasó con él largas veladas, muchas de ellas privadas, que empezaron a hacer levantar sospechas en un celoso Luis. No se sabe si las sospechas del rey francés fueron infundadas o no; lo que sí es cierto, es que el episodio de Antioquía, fue un argumento perfecto para quienes quisieron fomentar la leyenda negra de una Leonor amante y disoluta que había incluso accedido a la seducción del mismísimo Saladino.
Al final, Leonor decidió romper con su matrimonio antes de llegar a Francia. Alegando consanguinidad con su marido, a pesar de haber recibido una dispensa papal, pidió el divorcio. Herido en su orgullo de hombre y de rey, Luis VII tuvo que aceptar la petición de su mujer. En el concilio de Beaugency, en 1152, se firmaba la nulidad matrimonial.
Un rey más joven como segundo maridoNo pasó mucho tiempo antes de que Leonor se casara con un jovencísimo Enrique Plantagenet. Diez años menor que Leonor, Enrique era conde de Anjou, duque de Normandía y pronto sería coronado como rey Inglaterra.
Con esta unión, Luis VI de Francia veía como se creaba un poderoso imperio que atravesaba el Canal de la Mancha y amenazaba su crecimiento en el continente.
A la amenaza territorial, Luis tuvo que sumar otro duro golpe. Enrique y Leonor tuvieron ocho hijos, la mayoría barones, afianzando la dinastía de los Plantagenet.
El matrimonio de Leonor con Enrique no fue sin embargo feliz. A los primeros años de entendimiento, siguieron momentos de desencuentros que culminaron en la aventura amorosa de su marido con Rosamunda Clifford, amante que mantendría hasta su muerte.
Junto a sus hijos, contra EnriqueEnrique Plantagenet había dividido sus territorios entre sus hijos varones quienes se mostraron ávidos de ejercer de jefes de sus dominios antes de la muerte de su propio padre. Leonor ayudó a alimentar la rebelión de los vástagos contra Enrique, llegando a aliarse con su exmarido. La lucha implicó numerosas batallas y largos años de conflicto que terminaron con la victoria del rey inglés. Enrique fue benevolente con sus hijos y sus aliados; pero para Leonor no huvo clemencia.
Recluída por su maridoEn 1173 Leonor fue acusada de traición y encarcelada durante 15 largos años en los que vio como su marido no tenía ningún inconveniente en mostrar al mundo a su amante Rosamunda como si fuera la verdadera y legítima reina.
Leonor tuvo que esperar a la muerte de su marido y a la coronación de su más querido hijo Ricardo como rey de Inglaterra para salir de su larga reclusión.
Reina por sus hijosCuando Leonor volvió a ser libre contaba con más de 60 años. Entonces pensaba en terminar sus días en paz pero aun le quedaban muchas responsabilidades por asumir. La partida de su hijo Ricardo a la cruzada la volvieron a poner en el escalón más alto del poder. Como reina madre tuvo que regir el destino de sus territorios manteniendo a raya a posibles rebeliones de nobles rebeldes y al levantamiento de su otro hijo, Juan, llamado Sin Tierra
A la vuelta de Tierra Santa, Ricardo fue encarcelado por el emperador y Leonor tuvo que ganar defensores de la causa de su hijo y juntar el rescate que se pedía para su liberación.
Aun no terminaría su periplo como reina pues una vez restituido Ricardo en el trono inglés se volvió a plantear el tema de la sucesión, pues Ricardo aun no tenía descendencia. Una vez más empezó un conflicto entre Arturo, sobrino de Ricardo y nombrado en un principio su heredero y el hermano pequeño de Ricardo, Juan.
Al final, Leonor medió por su hijo Juan quien sería confirmado como heredero de Ricardo.
Más de 80 años tenía la reina Leonor cuando murió. Poco tiempo había podido estar tranquila en su corte de Poitiers donde seguramente falleció. Su cuerpo descansa en la abadía de Fontevraud.
Las cortes de amor ¿existieron realmente?Entre muchas otras cosas, a Leonor se la conoce como la mecenas y protectora de trovadores y juglares a los que acogía en sus cortes de amor. Seguiría así la tradición de su abuelo, Guillermo IX, a quien se le considera como el creador del amor cortés.
Hoy día, muchos historiadores afirman que esas cortes de amor nunca existieron como tal y que Leonor no fue una de sus protagonistas aunque sí que ejerció un importante patronazgo literario.
La figura de Leonor envuelve muchos aspectos oscuros y controvertidos que han hecho de ella una mujer malvada y manipuladora para unos y una dama inteligente y gran estratega para otros.
Si quieres leer sobre ella
Leonor de Aquitania, la reina rebelde, Jean Flori
Género: Biografía
Una completa y rigurosa biografía. Imprescindible para conocer todos los matices de la reina Leonor
Leonor de Aquitania, Pamela Kaufman
Género: Novela histórica
Una preciosa recreació de la vida de Leonor de Aquitania
Reina de trovadores, Tania Kinkel
Género: Novela histórica
Se adentra en la vida de Leonor haciendo especial incapié en su participación en la cruzada