“Prefiero definitivamente ser la número dos y tener tres Grand Slams que ser la número uno y no tener ninguno”, dijo Serena Williams. “La verdadera número uno soy yo”, continuó la menor de las hermanas estadounidenses. “No es justo que focalicen sólo en los torneos grandes. Gané Roma, Madrid e hice final en Roland Garros. Mi juego es consistente”, fue la respuesta de la rusa. De todas las reinas que tuvo el circuito, a la hermana de Marat Safin (quien a su vez también fue número 1 del ranking) fue a la que más se le cuestionó. Después de dos años irregulares, su físico no aguantó y en 2011, por problemas en la espalda, dejó la raqueta. Sin corona, le dejó su trono, justamente, a Serena.
“Claramente nadie siente que (Caroline) Wozniacki es una verdadera número uno”, comentó Martina Navratilova, voz autorizada para opinar del circuito. La danesa también es otra de las reinas que desfiló por el circuito sin haberse probado la corona. “Los tenistas vamos por rachas”, afirma Wozniacki, quien se mantuvo 66 semanas arriba sin ganar un grande. Nadie duda de sus condiciones. La volea y el saque son efectivos, y logra buena profundidad desde el fondo. Al igual que Safina, perdió una final de Us Open, y ganó dos Masters. El periodista de El País, Manel Serras, prefiere comparar: “Ni Jankovic ni Safina gozan de una gran reputación tenística. A diferencia de las dos ex número uno, todo el mundo está convencido de que tarde o temprano, esta danesa de 21 años conseguirá su objetivo de hacerse con un grande”.
Kim Clijsters había roto la tradición y se mantuvo 20 semanas liderando sin ganar uno de los cuatro torneos más importantes. También Amélie Mauresmo, quien en 2004 fue reina sin corona. Al final, la francesa y la belga consiguieron sus torneos. La retirada Clijsters volvió y ganó el Abierto de Estados Unidos. Si no fuera por Serena, Justin Henin hubiera hecho lo mismo que su compatriota: retirarse, volver y ganar el Us Open. De las 21 tenistas que se subieron al trono, sólo tres no dieron con la corona: Safina, Jankovic y Wozniacki. Sólo la joven danesa podrá torcer la historia.