En Estados Unidos uno de cada seis niños y adolescentes sufren obesidad, tienen un exceso de peso que aumenta el riesgo de que sufran enfermedades como la presión arterial elevada, la diabetes o el colesterol alto. Para intentar poner freno a la creciente tasa de obesidad, se llevan a cabo medidas como mejorar la dieta, incrementar el tiempo que se dedica al ejercicio físico, etc. Pero también se está investigando el modo de prevenir que el comportamiento de los niños pueda conducir al sobrepeso y la obesidad.
Una investigación desarrollada por expertos de la Universidad de California (UCDavis, Estados Unidos), tenía como objetivo encontrar la relación entre los comportamientos alimenticios poco saludables, la obesidad y la reducción de las capacidades mentales en niños con edades comprendidas entre los 3 y los 6 años. En las conclusiones se determina que existe una relación entre las emociones, el control cognitivo y los hábitos alimentarios de los niños.
Los investigadores explican que el control permite recordar, planificar, organizar, tomar decisiones, mantener el autocontrol emocional y poner freno a una conducta inapropiada entre otras cuestiones. Dado que a una edad temprana algunas habilidades, como por ejemplo el control cognitivo, se están desarrollando, los responsables del estudio consideraron que era importante intentar entender la relación entre las conductas de alimentación y el control cognitivo, ya que de este modo se podrán desarrollar métodos preventivos en los niños que permitan ayudar a controlar y evitar que sufran sobrepeso y obesidad.
En el estudio se realizaron varios experimentos con el propósito de analizar el equilibrio entre el estado emocional, la dieta y el control cognitivo de los niños de edad preescolar. Para medir el control cognitivo se utilizaron cuestionarios realizados a los padres y educadores, y diversas pruebas y tareas prácticas que los niños debían llevar a cabo. Según los resultados, incluso a una edad temprana los niños que tenían habilidades cognitivas inferiores a lo normal, eran más propensos a comer en exceso y siempre con una base emocional. Por el contrario, los resultados sugieren que los niños con mayores habilidades cognitivas eran menos propensos a comer en exceso.
Por tanto, consideran que una de las estrategias de intervención que se deberían introducir en los niños a una pronta edad es mejorar el control cognitivo, aunque apuntan que primero es necesario realizar una investigación en este sentido y realizar un seguimiento a los niños para comprobar si en años posteriores, dicha intervención del control cognitivo fomenta los hábitos de vida más saludables y comiendo de un modo menos emocional. Los expertos consideran que es fundamental llevar a cabo estrategias de prevención del sobrepeso y la obesidad a una edad temprana, y no basta sólo con intentar cambiar la dieta y que los niños hagan más ejercicio físico, es necesario ayudarles en el desarrollo cognitivo y en el control de las emociones.
En otras investigaciones se ha apuntado que las emociones y la capacidad intelectual de los niños era un factor que influía en el sobrepeso y la obesidad, aunque en este caso se hablaba de niños a partir de 6 años. Podéis conocer todos los detalles de esta investigación a través de la página del USDA (Departamento de Agricultura de los Estados Unidos).
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Relación entre las emociones, el control cognitivo y los hábitos alimentarios en los niños