Lo que haga la madre durante su embarazo afecta de forma directa la vida del bebé, sabemos que hábitos malos como fumar o beber alcohol puede generar graves perjuicios en la salud del pequeño, pero otras situaciones más simples también pueden tenerse en cuenta para evitar traerle problemas al niño, como por ejemplo, la dieta durante el embarazo.
Los científicos han podido identificar que existe una conexión real entre lo que come la madre durante su embarazo y el riesgo de los niños a desarrollar ciertas alérgias, por lo que se puede actuar a favor de una salud mejor, ya que las dietas de las madres contienen un cierto grupo de ácidos grasos Poliinsaturados que se conocen generalmente como PUFAs, y es debido a ellos que el intestino del bebé se desarrolla de forma diferente.
Las PUFAs se encuentran por ejemplo en las nueces, en las semillas de lino y en el pescado, las mismas generan aparentemente una mejora en la forma en la que las células inmunes responden a los diversos tipos de bacterias intestinales y otras sustancias extrañas, po lo que el riesgo de sufrir alergias para el bebé se vuelve menor.
Para reducir el riesgo de alergias en el niño entonces se recomienda que la mujer embarazada tenga una dieta rica en pescados, frutas secas o suplementos con aceite de nueces, se trata de alimentos específicos dado que otros estudios ya habían puesto el ojo sobre las mismas referencias pero sin obtener todos los beneficios posibles.
El Dr. Gaëlle Boudry, Instituto del INRA, Francia, comenta:
“En la dieta occidental, el grupo de los ácidos grasos poliinsaturados que ayudan en la función intestinal son en realidad desaparecer la ingesta de aceites de pescado y frutos secos está siendo sustituido por aceites de maíz, que contienen un tipo diferente de ácidos grasos”.
El estudio ha permitido la identificación de un grupo específicos de alimentos que ofrecen ácidos grasos poliinsaturados que son capaces de cambiar la forma de los intestinos del bebé en desarrollo, volviéndolo más permeables y permitiendo que las sustancias y bacterias pasen a través de su mucosa intestinal llegando al torrente sanguíneo, una vez allí desencadenan una respuesta inmune en el cuerpo del recién nacido y la producción de anticuerpos, por lo que lo vuelve menos susceptible a las alergias.