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Relaciones que marcan para siempre – Crítica de “Casi 40” (2018)

Publicado el 13 julio 2018 por Manuzapata @vivazapatanet
Relaciones que marcan para siempre – Crítica de “Casi 40” (2018)

El inicio de Casi 40, su planteamiento, su factura visual sencilla (casi más vídeo que cine), un chico y una chica hablando sin parar de la vida, del amor, de los hombres, de las mujeres, del paso del tiempo, canciones en plano fijo, secuencias en un único encuadre dejando que fluyan las palabras, ese comienzo habría cautivado sin duda al cinéfilo apenas veinteañero, enamoradizo y entusiasta que adoraba este tipo de guiones. Con las cuarenta primaveras del título más que superadas uno se vuelve cínico, aunque solo sea un poquito, y recela de todo lo que le huele a los filmes y libros que formaron parte de su educación sentimental, Antes de amanecer, Las desventuras del joven Werther, historias de pasiones no correspondidas o de romances fugaces e imposibles, y atiende expectante, con el anhelo de que la trama evolucione y sea capaz de articular cierto poder de seducción sobre este cuarentón descreído.

Relaciones que marcan para siempre – Crítica de “Casi 40” (2018)

Fernando Ramallo, Lucía Jiménez, La buena vida. Después de más de dos décadas los mismos personajes se reencuentran. El de Ramallo va recordando en sus reflexiones cada vez más al Gabino Diego de Los peores años de nuestra vida, al David Trueba guionista de los desastres afectivos del inicio de la edad adulta. Aquel amor de adolescencia se transformó en amistad, aunque sus caminos se separaron. Ella fue cantante de éxito, pero dejó su banda y el mundo de las actuaciones y se casó con un futbolista, ahora tiene dos hijos. Él, que se dedica a la venta de cosméticos ecológicos, intenta relanzar la carrera musical de Lucía a través de una gira de conciertos acústicos por librerías y pequeños locales.

Relaciones que marcan para siempre – Crítica de “Casi 40” (2018)

Con estructura de película de carretera, el viaje físico va a propiciar el periplo de estos dos hacia el pasado para ajustar cuentas, para recordar qué es lo que les une y por qué un día dejaron de salir juntos y comenzaron a distanciarse. Todo va fluyendo de manera natural. Desde el tono ligero del primer tercio de metraje, que nos hace volver al Linklater ingenuo de los 90, hasta ir convenciéndonos de que aquello se parece más a Antes de atardecer, con reflexiones muy acertadas en torno al cambio de parecer que se produce con la madurez en mujeres y hombres tanto en cuestiones de pareja como en las que tienen que ver con el acontecer de las cosas.

Relaciones que marcan para siempre – Crítica de “Casi 40” (2018)

En una última conversación, prácticamente un monólogo, maravillosamente escrita e interpretada, queda definida con una sensibilidad a flor de piel la fragilidad, la vulnerabilidad que no se ve a simple vista porque se trata de ocultar con una máscara de indiferencia como mecanismo de auto defensa. Acertado epílogo para terminar, a nuestros cuarenta y tantos, convencidos por una cinta que nos lega un corolario que vence nuestros prejuicios, y es que no deja de ser cierto que una relación, una amistad, un amor, que surge a los 16 años puede marcarte para siempre.

Relaciones que marcan para siempre – Crítica de “Casi 40” (2018)

Copyright del artículo © Manu Zapata Flamarique. Reservados todos los derechos

Copyright imágenes  ©  Buenavida Producciones S.L., Perdidos G.C. Cortesía de Avalon. Reservados todos los derechos.

Casi 40

Dirección y guion: David Trueba

Intérpretes: Fernando Ramallo, Lucía Jiménez, Vito Sanz

Fotografía: Julio César Tortuero

Montaje: Marta Velasco

Duración: 83 min.

España, 2018

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