Palabras desocupadas
Los Magos de Oriente
En aquellos tiempos tan convulsos, los magos eran adivinos y astrólogos de origen caldeo al este de Judea.Muchos de ellos realizaban la “Ruta del Incienso”, por donde se transportaban especias al Mediterráneo desde Asia Central.
Gaspar junto a su amigo Melchor solían recorrerla y negociar con los mercaderes todo tipo de hierbas e incienso necesarios para las pócimas, ungüentos y ceremonias varias.
Dia del Mardukapal-iddina, el tiempo había mejorado, no obstante el rey llevaba varios días enfermo y Mesac el gran Mago no tenía suficientes ingredientes para fabricar más medicinas ni para el Oráculo del Sumo Sacerdote. Dio la orden a los magos Gaspar y Melchor de partir inmediatamente.
Es así como emprendieron el camino del Incienso. Como no consiguieron buenos caballos y mulas, adquirieron dos camellos fuertes y rápidos. Sirius les servía de guía como en tantas otras travesías.
Al llegar la noche, al igual que otros mercaderes y traficantes, hicieron fuego y mientras ingerían una comida frugal, se les acercó otro mago procedente de Saba que se presentó como Baltasar. Lo invitaron a sentarse con ellos y les comentó la noticia principal que corría como el viento: el Rey Herodes* en medio de un ataque de locura al cumplirse el plazo de un Oráculo desconocido donde le advertía de un niño que acabaría con él, ordenó matar a todos los bebés de Jerusalén y el ejército aún perseguía a algunas familias con recién nacidos que intentaban esconderse.
Melchor y Gaspar no salían del asombro. Debería tratarse de un rumor, cómo iba a ser eso... Así que Baltasar les confirmó que en lo que llevaba de camino se tropezó con dos padres desesperados.
Tendremos que ir observando bien, declaró en voz alta Melchor, por si tenemos que hacer algo por algunas familias.
Es así como siguieron los tres juntos y adquiriendo lo necesario.
Llevaban en sus alforjas alimentos, hierbas, mirra, minerales, especias y oro.
Al atardecer a medida que se acercaban al último pueblo avistaron un grupo de gente con animales. No tenían intención de detenerse ya que debían regresar lo antes posible. Se acercaron con cuidado y allí alrededor de un portal varios campesinos intentaban ocultar la entrada. Cuando llegaron, les pidieron ayuda ya que conocían el poder de los magos de oriente. Al entrar, sobre un pesebre con paja y ropas, dormía un bebé junto a la pareja en vigilia. No hacía falta preguntar más, miraban la escena conmovidos alentando a los padres.
Dejaron tres elementos muy valiosos que les podrían permitir escapar de sus perseguidores: mirra, incienso y oro.
Se despidieron con dolor y retomaron el camino de vuelta.
* El Evangelio de Mateo narra la matanza de niños.
Convocatoria de Dorotea desde su blog "Lazos y raíces" con el tema "Reyes Magos".
RAE. Juego ortográfico de los Reyes Magos (Qué poca imaginación tiene esta academia de la lengua...)