Relatos de lo inesperado de Roald Dahl

Estoy Casi terminando un libro de cuentos de Roald Dahl, regalado por mi amiga María. Se titula “Relatos de lo inesperado” de 1979, republicado por Anagrama, y exactamente el título describe las situaciones que cuenta.

Cuentos donde la tranquilidad y cotidianeidad casi aburrida de la vida se rompen con sucesos también tildados de anómalos para desembocar, como en un experimento mental de ruptura sin ruptura, en finales sorprendentes, inesperados, con humor incluso pero con un tinte maldito o malvado que no se auguraba.

Entroncado en la tradición literaria de los cuentos Roald Dahl escribe de forma cercana a Edgar Allan Poe, verdadero maestro moderno de los cuentos, o de G.K. Chesterton también en la contraportada del libro le hacen tributario de Hawthorne, al que no he leído, aunque también veo en su humor alguna pincelada muy “Twainesca” y un algo de ese mal condensado pero no explicitado que Faulkner encarnaba en sus personajes. Todo ello aderezado con esa tortura social, cómica pero terrible, a lo Dorian Gray. Una forma de escribir visual, cinematográfica y televisiva que hizo que tuviera éxito en todo el mundo.

Roald Dahl también fue famoso por sus libros dedicados a los niños, “Charly y la fábrica de chocolate”, “Matilda”, entre otros lo cual le hace sorprendente creador en dos facetas muy convergentes, en la literatura de los niños donde a partir de la realidad se llega a lo taumatúrgico y en la de los mayores donde desde lo cotidiano presenta lo sorprendente y, a veces, lo horrible, todo ello con un humor que, como decía Aristóteles en su Poética, es consultancial al ser humano y a su pensamiento. Interesante entrever como en su literatura infantil los enemigos, los malos, los perversos se definen como enemigos de los niños más que enemigos o amigos de un fin espurio, de alguna manera ese maniqueísmo básico impregna su literatura haciéndola parecer similar al pensamiento de los niños.

Muchos de sus cuentos fueron parte de una serie de televisión “Tales of th unexpected” pero que previamente ya habían sido tomados para la pequeña pantalla por Alfred Hitchcock, su humor casi negro cucaracha, su capacidad para sorprender y esa esencia de lo “oscuro”, lo “terrible” y lo “inesperado” en la puerta de al lado es muy de las producciones del director inglés.

Leo el libro con ese placer, de lo inesperado, lo insólito en lo común, lo terrible en lo diario y espero, tras cada página, un pequeño sobresalto en mi vida doméstica, como su solo fuera un atrezzo reversible de un “otro” terrible pero mucho menos vulgar.

Cuentos, libros, agujeros en la pared irrompible de la tibieza aburrida de la cotidianeidad. Recuerdos del día de mañana.

Página del autor: http://www.roalddahl.com/

Imagen: http://es.wikipedia.org/wiki/Archivo:Roald_Dahl.jpg

Despierte el alma dormida, avive el seso e despierte. A fin de cuenta sino pensamos y vivimos para que queremos estar. Los pensamientos de hoy son recuerdos del mañana que tenemos hoy.