Remedios naturales para las varices

Para hacer estos remedios caseros para las varices, vas a necesitar una variedad de ingredientes naturales que son muy fáciles de conseguir. Lo importante es que los utilices a diario y con mucha constancia para que sean realmente efectivos.
1. Coloca en un recipiente, preferentemente de vidrio, una taza de agua hirviendo. Agrégale raíz de jengibre rallada, si es fresca será muchísimo mejor. Este remedio es realmente bueno para usar como infusión, y debes tomarlo todos los días.
2. Coloca dos cucharadas de cola de caballo en una taza de agua recién hervida, y déjalo reposar. Al igual que el anterior, debes tomarlo todos los días, solamente una taza. La bebida debe estar fría.
3. Mezcla en un recipiente cristal de sábila, ralladura de zanahoria y un poco de vinagre de manzana hasta obtener una pasta que utilizarás como mascarilla. Aplícalo en compresas sobre la pierna y deja actuar unos 15 minutos o más, si es posible.
En el caso de que la preparación anterior no resulte homogénea en el primer intento, puedes utilizar un procesador de alimentos o una licuadora para que quede una mascarilla bien suave y sencilla de aplicar. La cantidad de vinagre puede ser generosa dependiendo de la cantidad de mascarilla que se vaya a preparar. Eso sí, debe quedar con una consistencia cremosa.
Tratamiento para complementar los remedios caseros para las várices
Además de los remedios mencionados, también hay ciertas recomendaciones que debes tener en cuenta si quieres erradicar este problema de forma definitiva. No dejes que todo dependa solamente de un remedio o una crema, las varices deben ser tratadas de forma integral y con una serie de hábitos que complementen el efecto de las infusiones y mascarillas.
Una buena recomendación que te hará bien a la salud en general y a las piernas en particular, es que te ejercites diariamente, o por lo menos unas 3 veces a la semana. Elige una actividad que sea suave para no afectar o agravar el problema, por ejemplo nadar o caminar.
Asimismo será necesario que sigas un buen plan de dieta que te ayude a mejorar la circulación de la sangre y que evite la aparición de problemas como el colesterol o los triglicéridos elevados.
Finalmente, utiliza ropa holgada y trata de eliminar el hábito de cruzar las piernas al sentarte. Esto es fundamental para solucionar este problema.