Como todos los otoños llegan ejemplares de remolinera común (Cinclodes fuscus) provenientes de la Patagonia para pasar el invierno en tierras bajas y con clima más clemente.
Se las ve siempre en suelos húmedos, con agua encharcada o en orillas de lagunas poco profundas. Los ejemplares de las fotos eran una pareja que merodeaba la laguna Las Perdices en julio de este año. Buscan gusanos y otros invertebrados que hay en el agua o en el barro.