Renault Safrane Biturbo, recordando una súper berlina la incomprendida

Fue por los años de 1994 y hasta 1996 que Renault tuvo la “fantástica” idea de producir sólo 806 piezas de su modelo Safrane Biturbo; este, un modelo mucho más exótico y exclusivo que varios Ferrari, y que inclusive para España su venta fue algo bastante complicado.

Ahora bien, en aquellos momentos, lo que primaban en berlinas de alta gama eran motores con una enorme cantidad de cilindros y el uso de cambios automáticos. De tal forma, este Renault lograba montar un motor V6 doble turbo con tracción integral, cambios manuales y un precio realmente elevado. Un proyecto muy arriesgado que al final fue olvidado por el grueso de las personas, pero que para muchos fanáticos fue una propuesta incomprendida de Renault.

Escena en la que arribo el Renault Safrane Biturbo

El lanzamiento del Safrane se produjo en el año de 1992, y vendría a desplazar al anticuado Renault 25; un modelo insignia que lamentablemente no logro vender un mayor número de unidades que su predecesor, lo que provoco su reemplazo por un modelo aún menos exitoso denominado Vel Satis. Al final el segmento de vehículo D fue reduciendo su precio y buscaba mantener una buena relación entre calidad y precio; sin embargo, el Renault Safrane fue algo realmente especial con un estilo muy bien cuidado y algunas cualidades de calidad Premium, lo que llevo a la compañía francesa a lanzar una edición exclusiva y de prestaciones realmente envidiables.

Esta versión exclusiva, denominada Safrane Biturbo, solo era posible obtener en acabado Baccara y RXE en opciones tope gama. Pero, haciendo un paréntesis, Renault en su modelo 25 ya había proporcionado una opción con grandes características que contaba con el motor V6 de 2,5 litros de hasta 182CV. Por lo cual, para esta versión, en la empresa acudieron a un par de prestigiados preparadores, Irmscher y Hartge, que eran reconocidos por realizar modificaciones en coches alemanes; así, se ayuda al fabricante de vehículos a transformar el Safrane en un verdadero mísil con hasta 268CV.

Así, se montó un motor V6 de 3 litros y hasta dos válvulas en cada cilindro. Un motor similar se podía halla en un modelo como el Alpine A610 Turbo, aunque aquí se sobrealimentaba con el insuperable turbo Garrett. En tanto, Hartge se dedicó a transformar el motor, proporcionar un par de turbocompresores KKK seriales. Y mientras que en un inicio la propuesta que planteaban Hartge e Irmscher era proporcionar hasta 300CV, en Renault se lanzó la orden para reducir la potencia a sólo 268CV (sobre todo, porqué se pensaba que dicha potencia no podría ser soportada por la caja de cambios).

Otras impresionantes características del Renaul Safrane Biturbo

En tal forma, los 268CV a unos 5.500rpm se acompañaban por un torque máximo de 365 Newton-metro a 2.500rpm; y todo esto era posible trasladarlo hacia las ruedas del vehículo gracias a un completo sistema de tracción denominado Quadra 4WD (aunque los 268CV parecían demasiados para un modelo con tracción delantera). Este sistema de 4X4 era muy eficiente, teniendo como principal prioridad el eje delantero, en tanto se obtenía un mayor acoplamiento sobre superficies viscosas, logrando mandar la mayoría de la potencia hacia el tren trasero; en tanto, se contaba con un tipo de bloqueo para la potencia con tal de mejorar la tracción al cruzar sobre superficies en dónde la adherencia era muy baja (aunque sólo esto en primera velocidad).

Mientras que una de las desventajas del sistema Quadra 4WD es que se añadía algo de peso al vehículo (marcando un registro de hasta 1.724 kilos); aun así, el coche lograba ir de 0 a 100km/h en tan sólo 7,2 segundos, proporcionando una respetable velocidad de punta de hasta 250km/h. Pero eso no era todo, la máquina también contaba con una suspensión de aire Boge-Sach, en tanto que curiosamente sólo se encontraba disponible para la caja de cambios manual con sólo 5 velocidades (una marcada desventaja en comparación con ofertas como el BMW 535i, Mercedes E420 o el Audi S6 4,2).

Por qué no tuvo éxito el Renault Safrane Biturbo

Finamente, aunque las pruebas de la época alababan a este modelo y las capacidades tecnológicas y de diseño eran de calidad Premier, en realidad el Renault Safrane Biturbo no logro triunfar; pero cuáles pudieron ser las causas de este fracaso. Y el problema para poder distribuir, al menos 806 unidades, se centraban principalmente por un rombo que se exhibía en el capó; además que el valor sugerido por cerca de 10.950.000 pesetas era razón más que suficiente para dejar perplejos a más de uno.

Además otras malas decisiones que fueron la perdición de este modelo fue el contar con unas discretas ruedas de 17” y un alerón poco llamativo (en comparación con otros Safrane). Al final, el Safrane Biturbo no supo cómo sobrevivir, dejando de producirse y quedando en la memoria de todos aquellos fanático y apasionados del mundo motor, y tal vez se merece un espacio en la Elite de los vehículos franceses.

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