Revista Cultura y Ocio
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Argumento: Daisy Lake no es más que un recuerdo de su infancia para el exitoso abogado Gavin Carmichael.
Sin embargo, no es capaz de olvidarla. «En lo bueno y en lo malo, por siempre jamás, pase lo que pase, permaneceremos juntos… »; este es el pacto que los jóvenes huérfanos hicieron hace más de una década, antes de que aquella niña de ojos grandes fuera apartada de su lado. Daisy no es más que una imagen preciosa en su memoria, y también dolorosa, y así ha sido siempre hasta que un día, durante una cena en un club de lujo del East End, descubre que esa niña se ha convertido en la cantante más famosa de los music hall de Montmartre, Delilah du Lac.
Superado por la situación, Gavin irrumpe en el escenario y se la lleva, decidido a apartarla de ese estilo de vida. Sin embargo, Daisy no quiere saber nada de él. Su único deseo es actuar un día en una obra teatral como Dios manda. Y ese es un sueño que Gavin puede hacer realidad.
Daisy se ha acostado con otros hombres por mucho menos, así que se rinde a su petición. Además, él se ha convertido en un abogado tan apuesto… Sin embargo, según va creciendo en intensidad su relación… ¿quién será el que acabe rendido por amor?
Opinión personal
En esta segunda entrega de Los Hombres de Roxbury House les llega el turno a Gavin y Daisy. En las novelas con reencuentros la autora tiene ya mucho ganado. Te explica claramente lo enamorados que estaban los protagonistas, el gran problema que hubo que los separó, algunas veces por decisiones de ellos mismas pero otras por razones ajenas. Siempre se juega o con la culpabilidad o con ese “amor-odio” y, al mismo tiempo que puede resultar fácil hacer creíble el amor entre esas dos personas, también puede resultar difícil dar credibilidad a esa evolución de odio-rencor-amor. Para ello, es imprescindible un buen desarrollo y no siempre resulta fácil.
Y es justamente lo que me no me ha pasado con esta historia. No he sido capaz de creérmela. Y eso es algo que me fastidia mucho.Gavin y Daisy tuvieron una relación especial durante un año en su niñez, cuando él contaba catorce y ella con nueve. Creo que, al darnos el dato de la edad de los protagonistas en el momento de su separación, la autora se pone ella misma una complicación añadida y añade un tema, que al final no ha sabido, bajo mi punto de vista, defender correctamente.Me resulta complicado imaginarme que el amor de una niña de nueve, sí, nueve años, pueda perdurar durante quince sin ningún tipo de contacto entre ellos. Y del mismo modo, me cuesta creer que un niño de catorce años lleve enamorado quince de una niña a la que dejó cuando ésta tenía nueve, más bien me inclinaría a pensar que entre ellos lo que había era un amor fraternal… pero, otra cosa me parece demasiado increíble. Porque la autora al principio juega con una gran amistad para luego directamente pasar a decirnos que entre ellos había amor verdadero. Y eso es algo que hace en alguna que otra ocasión más, da explicaciones que luego cambia algunos capítulos después.
Es indudable que ambos personajes son realmente originales. Me han gustado, a pesar de que he acabado algo cansada de la reticencia, sin sentido, de ella y de la continua obediencia de él, en el fondo no me gustan los buenos… me gustan algo más bribones. Ella es una artista, cantante en un local al más puro estilo Moulin Rouge, aunque su verdadera vocación desde niña es la de ser actriz y, supongo, esa es la razón por la que ha vuelto a Londres.Él es un abogado de éxito, muy estricto y de alta moralidad. Es un personaje serio, quizás demasiado condicionado por la dura educación que ha recibido de su abuelo, al que nunca ha llegado a perdonar sus acciones pasadas, y totalmente decidido a casarse por amor o no casarse. Y Daisy llega, como un verdadero vendaval, a romperle normas y conductas y tirar por la borda todo ese estiramiento.Tampoco se nos da mucha información más de ambos durante esos años, de Gavin sabemos algo más, pero he echado en falta conocer más el pasado de Daisy y cómo ha llegado a su situación actual.
Con una temática muy atrayente, sin embargo, la historia me ha resultado algo sosa, repetitiva e, insisto, no sé de dónde nace el amor entre dos personas que, al fin y al cabo, no se conocen de nada… de las continuas mentiras de ella y la falta de confianza entre ellos?La autora ha sabido crear varios temas que podrían haber dado agilidad o algún giro, o tan siquiera, algo chocante entre ellos, ocurren varias situaciones que nada más llegar a su punto álgido, se desinflan rápidamente y que ha desaprovechado totalmente, dejando el tema como si nada, sin cerrar o concluyéndolo como si no tuviera ningún tipo de importancia.
A pesar de que la primera novela de esta trilogía no me resultó más que entretenida pero sí muy novedosa, había leído tan buenas opiniones de esta novela que no podía dejar de darle otra oportunidad a la autora. Pero, definitivamente, entre Hope Tarr y yo no hay comunicación.Creo que es una autora novedosa, y eso me gusta, o al menos, en cuanto a temáticas en histórica se refiere, se arriesga con sus argumentos, pero sus historias no acaban de convencerme. Les falta desarrollo y coherencia, pero claro, es mi opinión y ya se sabe que no a todas las lectoras nos gustan las mismas novelas.Eso sí, leeré el tercero, que ya que se habla bastante de la pareja me han quedado ganas de conocer la historia de Rourke.
· Serie: Los hombres de Roxbury House · Autor: Hope Tarr · Idioma: Español ISBN: 9788415854180 · Género: Romántica histórica · Páginas: 352 · Formato: 15 x 22 cm· Encuadernación: Rústica con solapas · Fecha Publicación: Febrero 2014