Una iniciativa que va cobrando fuerza año tras año, que lleva detrás el entusiasmo y el buen hacer de gentes como Montse, que mueve y remueve con paciencia de artesana hasta conseguir que cada uno/a a su velocidad y con sus medios sume.
Me he perdido dos Renova pero aun llevo las ropas de los trueques de hace 2 años, los recuerdos de las risas buscando perchas, conocer a Mª José y Ropantic, el stress positivo con La Fàbrica del Sol, y la buena energía que se mantiene con esfuerzo e ilusión.