Revista Opinión

Renovarse o morir: el dilema de las PYMES y la venta por Internet

Publicado el 31 julio 2015 por Vcorbacho

Hace unos días tuve un imprevisto con mi coche: el motorcillo del cierre centralizado que deja abrir o cerrar la tapa del depósito falló, y por supuesto falló cuando tenía que echar combustible. Afortunadamente como los fabricantes ya saben que esto puede pasar, existe una forma alternativa de abrirlo manualmente, pero es algo que se puede usar de forma provisional, porque a largo plazo es un poco molesto tener que estar abriendo el maletero cada vez que vas a la gasolinera para desbloquear la tapa del depósito y poder abrirla.

El caso es que como cambiar esa pieza no es difícil, me dispuse a buscar el recambio por Internet. Lo primero que encontré fueron algunas tiendas inglesas en Ebay que vendían esta pieza de segunda mano, pero el precio, unido a los gastos de envío, era un poco elevado. A la vista de esto, guardé los anuncios por si no encontraba otra cosa y seguí buscando por los resultados de Google. Unos cuantos resultados después, encontré una especie de directorio en español para buscar recambios de vehículos, en el que aparecen talleres, tiendas de repuestos, proveedores, etc. que disponen de la pieza que buscas, tanto nueva como recuperada (desguaces). Esta pieza en concreto estaba disponible en tres tiendas de repuestos españolas y unos cuántos talleres de la red oficial del fabricante, siendo el precio más caro de 33 euros más portes. A la vista de los resultados, opté por escribir a dos de estos proveedores, y además, enviar un correo para solicitar información sobre ese repuesto al taller oficial de la marca en mi ciudad, que provee de vehículos y piezas a todos los demás talleres de la zona. Tanto este taller como los otros proveedores como puedes suponer son empresas grandes, y como puedes imaginar también, todavía no me han contestado.

Es importante llegado a este punto recordar una cosa: el correo electrónico funciona 24 horas al día, y se recibe y se envía en segundos, por lo que la comunicación puede ser tan instantánea como interés tengan ambas partes en llevarla a cabo. La conclusión que saco es que estas grandes casas no tienen ningún interés.

Buscando más resultados, finalmente llegué a un anuncio de un portal de anuncios de segunda mano, en el que un taller de Toledo vendía dicha pieza recuperada de un vehículo, pero totalmente funcional y verificada, a un precio de 18 euros, con portes incluidos. Respondí al anuncio mediante el formulario que había para ello, sin mucha esperanza de recibir respuesta, pero escasamente a los 5 minutos tenía en mi correo la respuesta con las indicaciones para realizar el pago si estaba interesado. 5 minutos después el pago mediante una transferencia estaba hecho, y enseguida me volvieron a confirmar que en breves lo enviarían por Correos.

Evidentemente este pequeño taller es consciente de que en la red tiene también futuro, porque yo no voy a enviar mi coche por correo para que me lo arreglen en Toledo, pero si no tuvieran esa disposición, sería igualmente impensable que un taller de un pueblo de Toledo pueda proveer de una pieza a un cliente de Zaragoza.

Y mientras tanto los otros proveedores, los importantes, han perdido una venta.

Un saludo.


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