La técnica para reparar cassettes corría por tradición oral a través de generaciones, o entre amigos... Más de una vez me hubiese venido bien un "tutorial", pero con el tiempo te convertías en un experto...
Es sabido que las cintas que más se "enganchaban" entre los cabezales eran las de los cassettes más berretas, especialmente los comprados con música original (industria argentina), que para colmo en muchos casos ni siquiera tenían los tornillitos y no se podían desarmar...
Pero el principal problema no eran los cassettes sino los reproductores, como los auto-estéreos, que tenían un mecanismo que indefectiblemente te enganchaba la cinta tarde o temprano...
En un momento incluso se pusieron de moda unos gabinetes de madera que adaptaban los auto-estéreos al uso hogareño, así que te llevabas el problema a tu casa. Eso sí, antes de que aparecieran los radiograbadores con buenos parlantes como los de la era del break-dance, esos aparatos eran una buena opción... (Siempre que no tuvieras un verdadero combinado o sistema de audio de calidad)
Podía pasar que la cinta se enganchara pero no alcanzara a romperse (solía quedar plegada tipo "acordeón"), y en ese caso convenía retirarla cuidadosamente y "plancharla" un poco rebobinando varias veces de un lado y del otro...
Pero la mayoría de las veces la cinta se estiraba y había que cortar la parte fea, entonces lo hacías con una tijera o con una hojita de afeitar, en lo posible no en forma recta sino algo transversal. Después juntabas las dos partes sin dejar aire, y la pegabas prolijamente con cinta Scotch (adhesiva transparente) cortando de nuevo con la hojita de afeitar para retirar el sobrante...
Si lo hacías bien no se volvía a enganchar en el mismo lugar ni hacía ruido, aunque lógicamente la música "saltaba" por el pedazo faltante... Con una reparación tosca te quedaba un "drop" además del salto, lo que ya era un poco molesto.
En general ésto se podía hacer sin necesidad de desarmar el cassette, pero si te quedaba la cinta adentro había que echar mano a los tornillitos, y tener cuidado que no se te desarmen los rollos de los carretes porque era muy complicado acomodarlos de nuevo.
Con el tiempo los grabadores, los decks, y hasta los autoestéreos, mejoraron la calidad y dejaron de enganchar cintas. Y en un momento los vaivenes de la economía hicieron que los cassettes buenos dejaran de ser tan caros y se pudieran comprar. Esos andaban bien... ¡Siguen andando, claro!