
Lucía Lagarde: aunque tengo debilidad por otras, como Leticia Dolera, la verdad es que María Castro es idéntica a mi Lucía, y posee el tono divertido y audaz que se precisaría para encarnarla.
Ginés Beltrán: Quim Gutiérrez. ¡Hasta viene con el diente mellado de fábrica! Pero veo en él, además, el tormento, la culpa y la rabia que acompañan al personaje toda la novela.


Antonio Montalvo: Antonio de la Torre, sin duda. Uno de los mejores actores españoles, capaz de enfrentarse a cualquier papel. Éste requeriría de mucha gestualidad silenciosa, y si alguien puede transmitirnos inquietud con la mirada es él.

Arturo Beltrán: Juan Diego. ¿Alguien que interprete a un espécimen de la España de antes, un tipo vulgar, vocinglero, avasallador, sin escrúpulos, mediocre...? Juan Diego, no hay más que hablar.


