Otro tramo de Camino de Santiago que pude repasar hace unos días: desde Villadangos hasta la Virgen del Camino. Ya hacía un par de años que no pasaba por aquí y me lo tomé con calma para ver el estado de la cuestión.
Al caminar en sentido inverso pude cruzarme, en esta ocasión sí, con unos cuantos peregrinos tanto a pie como en bicicleta. Los primeros metros se camina sobre acera, y al margen crecen unos árboles que hace unos años plantó el ayuntamiento.
Un primer y aburrido tramo hasta superar la urbanización Camino de Santiago; unos operarios municipales estaban desbrozando los márgenes de la anchísima pista forestal que ahora llaman Camino. Nada bueno crece ni puede crecer por aquí.
Después se camina con la vista puesta en el Polígono Industrial de Villadangos, a un lado la carretera nacional y al otro la autopista. Por momentos el sonido llega a ser atronador, muy decepcionante este territorio pero ¡sorpresa! Algunas semillas de árboles que pusieron mis compañeros de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de León están fructificando, incluso en un terreno tan seco como este.
A la altura de Robledo de La Valdocina, que no se llega ver bien, el camino pasa por una elevación. Aquí vi algunos arbolillos creciendo en los márgenes de la pista forestal dando un poco de color y sombra a este espanto visual.
La bajada a San Miguel del Camino, sin comentarios, pues el tráfico era tan intenso y tal el ruido que se le quitan a uno las ganas de discurrir nada. Paré a tomar unas cañas en el primer bar que pillé abierto.
Si desastroso es el resultado entre Villadangos y San Miguel excuso comentar cómo está la cosa entre San Miguel y La Virgen del Camino, por no dejar en mal lugar a mi patria y amigos. Para "arreglar la pista" hace unas semanas pasaron con motosierras y segadoras eléctricas y destrozaron todo ser vegetal que les fue posible, tan solo librando en los márgenes algunos árboles ya bien crecidos.
Un horror que preferí no tomar ni aún con el teléfono pues esas fotos tendría que borrarlas nada más llegar a casa. En fin, es lo que hay y las consecuencias del turismo masivo y de pesetillas. Ojalá pueda volver por Villadangos en meses sucesivos. También el desastre es total entre Villares de Órbigo y San Justo de la Vega; tan solo recomiendo hacer este tramo entre León y Astorga a los bicigrinos, ¡y con bici eléctrica a ser posible! Para pasar el mal trago lo antes posible.
Daniel Paniagua Díez