Revista Cultura y Ocio

Repeticiones alteradas

Publicado el 28 mayo 2014 por Javier De Lara @FValentis
Gol Ramos Final ChampionsEstoy jodido. He forzado tanto la máquina que me he pasado y las consecuencias de mis actos pueden ser desastrosas, quién sabe si el universo entero puede estar en peligro. "Seguro que no será para tanto" diréis los típicos descreídos, pero si supierais lo que ha pasado, no pondríais en duda mis palabras con tanta facilidad. 
Todo empezó el sábado pasado, viendo la final de la Champions entre el Real Madrid y el Atlético de Madrid. En el minuto 93, saltó Sergio Ramos a cabecear un córner y marcó el gol más importante, seguramente, de su carrera, empatando un partido que parecía perdido. El resto es historia. O no. 
Nada más marcar, salí corriendo a la terraza a gritar como un poseso desquiciado. Mi grito se perdió entre los cientos que resonaban por toda la calle. Al menos allí, la alegría parecía colectiva. Ya entonces noté que algo raro estaba pasando, ya que sentí una sensación extraña; como si algo me subiera desde el estómago hasta la garganta. Pensé en un principio que era un reflujo por todas las cervezas que había tomado durante el partido, pero me di cuenta que no era eso, o al menos no en parte. Era un vértigo que me había asaltado, sin motivo aparente, que me hizo agarrarme a la barandilla para no caerme. Era como si mi cuerpo estuviera dándose cuenta de algo que yo no era capaz de ver y me advirtiera. Aturdido, me di la vuelta y entré de nuevo al salón. En la televisión, los jugadores del Madrid celebraban el gol y todo parecía ir bien.  Tras unos minutos, la sensación fue desapareciendo, aunque no completamente. Traté de ignorarla y disfrutar el resto de la noche, considerando que no era más que causa del estrés acumulado y la ligera borrachera que sufría en aquellos momentos.
Pasaron dos días y ya me había olvidado de todo esto pero el partido seguía muy fresco en mi cabeza. Tanto que, cuando nos juntábamos con los amigos y familiares, veíamos la repetición del gol de Sergio Ramos en el teléfono o en algún ordenador de la oficina, como si no bastara con los cientos de veces que lo ponían en la televisión y lo cantaban en la radio. Por si esto fuera poco, yo vivía obsesionado con la jugada y no paraba de visionar vídeos desde todos los ángulos, narrado en todos los idiomas. Aprovechaba cualquier momento libre que tuviera para ver la repetición una y otra vez. Ni yo mismo sabía a qué se debía este malsano comportamiento, pero no podía dejar de hacerlo.
Hasta que finalmente ocurrió. No hubo indicio alguno. Sólo pasó, sin más. De repente, viendo de nuevo la repetición del cabezazo de Ramos, observé con horror como este, en vez de introducirse en la portería golpeaba el palo, permitiendo al portero que lo alcanzara. Volví a cargar el vídeo, pensando que había sido una ilusión óptica, pero no fue así. El balón daba en el palo y el Courtois se lanzaba sobre él, evitando el gol. ¿Qué cojones pasaba? Busqué más vídeos, pero hasta el título de los mismos había cambiado. Ya no se trataba del gol de Ramos, sino del balón al palo que pudo haber cambiado la final.
Estaba soñando. Tenía que ser eso. Pero no, me pellizqué hasta casi hacerme sangrar y no conseguí despertar. No sentía formar parte de un sueño, además. Simplemente estaba pasando. Comprobé titulares de los periódicos deportivos y todos hablaban de la victoria del Atlético, que aguantó heroicamente los arreones del Madrid en los últimos minutos de partido.
He tratado de hablar con mis amigos, con mi mujer, con mis familiares, pero todos me miran como si estuviera loco. "Pobre, se ha quedado imbécil" he escuchado que susurraban dos colegas del trabajo, mientras yo les insistía en que el Madrid había ganado la Champions hasta que yo, de tanto ver la repetición, había cambiado el pasado. "Es normal, no es fácil asumir que tu equipo pierda un partido así, sin que el rival chute una vez a puerta". "La obsesión de la décima hace estragos". Eran las frase que dicen en voz baja, pero que yo puedo oír perfectamente.
He escrito en todos los foros, en Twitter, hasta en Facebook, pensando que tal vez encontrara una solución en las redes. La mayoría se toman mis palabras como un chiste o una ingeniosa ironía. He ganado en pocas horas un montón de seguidores y nuevos amigos, casi todos ellos simpatizantes del Atlético y Barcelona, que celebraban mis palabras como si fueran una mofa a los seguidores del Madrid, los cuales me dedican insultos de todo tipo. En Twitter he conseguido que me sigan Simeone, su ex-mujer Carolina Baldini, y Neymar, que retuitean mis mensajes como si los encontraran divertidísimos. "Tu sentido del humor es a causa del trabajo innegociable de toda una temporada" me escribió el imbécil de Simeone, que seguía manteniendo el mismo discurso incluso para comentar mis tuits.  Hasta incluso me ha llamado Cerezo para invitarme al palco del Vicente Calderón para la Supercopa. ¿"Ah, pero tenéis de eso?" Le he preguntado, sorprendido. "No tiene mucho sentido tener un palco si nadie importante tiene interés en ir a verte ¿no?" Le debe haber parecido que bromeaba, porque me ha dicho "¡Qué cosas tienes, majete!".
Pero las consecuencias de haber forzado el espacio tiempo no se detienen solamente en la pérdida del título. Parece mentira, pero las noticias del país entero han cambiado. Primero fue Florentino, que anunció su dimisión inmediata, tanto del Madrid como de ACS. "No puedo vivir en un mundo donde el Atlético haya ganado una Copa de Europa. Os podéis ir todos a tomar por culo" dijo, leyendo en la sala de prensa del Bernabéu un sorprendente comunicado para después anunciar que se retiraba a un monasterio de clausura junto al pobre Zinedine Zidane, al que obligó a seguirle a su retiro. Como consecuencia de esto, ahora comparten la presidencia del club Bárcenas y Manuel Chaves, que han afirmado que piensan recuperar todas los buenas costumbres de la época de Lorenzo Sanz y Ramón Mendoza y han anunciado la creación de una sección de Póker Online.
Por otra parte, las elecciones europeas transcurrieron de forma muy distinta a la que yo había vivido. Movidos por un fervor casi religioso, multitud de atléticos y futboleros antipáticos al madridismo, movidos por una campaña orquestada en las redes sociales denominada "#PrimaveraAtlética" iniciada tras la final, decidieron votar al Cholo Simeone como nuestro representante electo para las europeas, a pesar de que no tenían creado un partido ni nada parecido. "Si el Cholo es el rey de Europa, lo normal es votarlo para las europeas" afirmaron dos de mis compañeras de trabajo, que son indias convencidas. La participación en las elecciones alcanzó el 73 % y más de cinco millones de ciudadanos votaron a favor del Cholismo, convirtiéndose en la tercera fuerza política del país. "No sólo rompieron la Liga de dos, sino el bipartidismo en España" escribió Iñaki Gabilondo al día siguiente, en una editorial de quince páginas en El País. No importó que no existieran papeletas en los colegios electorales: la gente las llevó manuscritas de casa o tachó las oficiales para escribir sobre ellas. La Junta Electoral, reunida de urgencia decidió admitir todos estos votos, ante la increíble presión social que se produjo.
"No podemos sino plegarnos al deseo del pueblo, que ha expresado con fuerza su decisión de votar al partido Primavera Atlética. A pesar de que la mayoría de las papeletas contenían faltas ortográficas y no incluían a más representantes que Diego Costa y el Cholo Simeone, entendemos que hay veces en las que hay que adaptar o flexibilizar las leyes a las realidades sociales." rezaba el comunicado oficial, que fue recibido con una sonora ovación en el Calderón, donde además de celebrar la consecución del título, se había erigido la sede oficial del partido.
Escribo esta entrada con el deseo de que alguien pueda leerla y esté viviendo en mi misma situación. O tal vez esperando romper a través de mi blog esta pesadilla insoportable y que mis palabras lleguen a la realidad alternativa donde el Madrid ganó la Champions, que al fin y al cabo es lo único en lo que ha cambiado sustancialmente mi vida. ¿Hay alguien al otro lado capaz de ayudarme?
**
Os ha gustado entra entrada? ¡Si es así, no os olvidéis votarla y compartirla (FacebookTwitter). Si no os podéis perder ni uno sólo de las desastrosas aventuras de Alonso o nada de este jaleo que suelo publicar, podéis suscribiros para que os lleguen todas las entradas por correo electrónico. ¡Y no os olvidéis de comentar! ¡El blog tiene vida gracias a vosotros!

Volver a la Portada de Logo Paperblog