Replicación y degradación en el mensaje
Si mi memoria no me falla había un juego que me divertía mucho cuando no levantaba más de dos palmos del suelo, creo que se llamaba el teléfono y consistía en que un niño le decía una frase a otro, este a otro y así sucesivamente hasta al llegar al final y el último decía lo que había entendido y lo comparaba con el mensaje original.
Esto me recuerda cada vez a internet y a como los mensajes no se crean, sino que se duplican inmisericordemente y con ligeros cambios se va modificando copia tras copia. No creo que sea algo nuevo, ya los antiguos monjes escribas se pasaban la vida duplicando textos, y a veces, duplicaban sin tener la menor idea de lo que estaban copiando.
Con esta época digital, que el copiar no requiere más esfuerzo que abrirse un blog y empezar a copiar y pegar sin ningún tipo de reparo, el fenómeno alcanza cotas inenarrables. Se dice que el número de contenido aumenta exponencialmente, pero yo tengo la malsana pregunta de cuanto de ese contenido es original y cuanto es una simple copia de algo que ya existía.
Si a todo esto le sumamos las barreras lingüísticas que algunos aprovechan para dedicarse a traducir más que a investigar y crear contenido, el alcance de la copia no conoce límites.
El problema, es que después de copiar y copiar, al final no se sabe quién es el autor original y cuanto conocimiento aporta cada uno de los nodos que repiten, y sobretodo, cuando hay que buscar responsabilidades, esta se diluye al ser un fenómeno social de replicación.
Siguiendo con el concepto de copiar, no se suele comprobar los datos del que se copian, se asume que son ciertos -ya sea por pereza o por prestigio- y una mentira dicha por un nodo influyente puede esparcirse por toda la red y acabar ser una de esas verdades sociales, que no nos ciertas pero todo el mundo asume que lo son.
Otro problema añadido, es que si por casualidad una idea es rompedora, inmediatamente saldrán doscientas personas reclamando para si el ser el creador, dejando en muchas ocasiones al auténtico inspirador en la sombra y sin los beneficios que podría reportar ese momento de celebridad.
En resumen, no es que el fenómeno sea nuevo, pero si adquiere tintes notables con la facilidad que internet mueve la información.
Película: Divorcing Jack
- Bio
- Google+