Cuando nació mi primer hijo, mi madre me equipó con faldones varios de todo tipo: Largos, cortos, con más o menos lazos…etc.
La verdad es que se los puse 2 días y ya, porque me parecían incomodísimos (y creo que al niño también). Lo que sí que le puse, durante sus primeros meses, fue ropa de bebé tipo española, o sea, azul clarito y blanca. Y, como no podía ser de otra manera, comprada en España. Al segundo los faldones ni se los probé y la ropa, cuantos menos lazos e incomodidades, mejor que mejor, pero seguí la misma línea monocromática que con el primero.
Aquí en Alemania tienen una manera peculiar de vestir a los bebés (y a los niños en general). No se trata de que les vistan más “alegres” o con más colores, no; es que les visten, literalmente, como payasos.
A mí personalmente me gusta mucho vestir a los bebés en tonos azulitos y blanco, porque me parecen colores suaves y agradables y creo que además, a un recién nacido, le dan un toque limpio. Y lo de vestirles con una gama de colores limitada creo que, además, tiene su lógica: como vomitan, se hacen caca, pis y demás a menudo, como muchas veces además hay que cambiarles sólo por partes (ahora la polaina, ahora el jersey…etc.), pues es más práctico que todo pegue con todo y así no hay que volver a vestirles enteros 5 veces al día.
En España sí que he visto que la gente está dejando de lado los típicos colores de bebé y les están vistiendo con otros colores. A mí me gusta menos pero no tiene nada que ver con Alemania. Aquí, vayan de verde, naranja o amarillo, los niños suelen ir conjuntados.
En Alemania, sin embargo, las combinaciones de colores en los bebés, serían objeto de estudio para cualquier terapeuta del color, porque madremía qué horror!!
Esto no es sólo cosa de niños, conste, también pasa en adultos: o van de negro-gris soviético o llevan cada combinación que hace daño a la vista. Mi conclusión, después de unos años aquí, es que los alemanes no tienen “visión de conjunto”; o sea, que les gusta su pantalón rojo, su jersey naranja y su camiseta amarilla con rayas moradas (cuantas más rayas mejor, tienen obsesión con las rayas), y se lo ponen todo junto, da igual lo feo que quede y lo que desluzca la ropa esa que tanto les gusta cuando no la sabes combinar. Y con los bebés y los niños, pasa igual.
Ellos mismos prefieren que los niños vayan graciosos a que vayan monos. Pero es que su concepto de gracioso no es el concepto que tenemos aquí. Aquí un niño vestido a la alemana no va gracioso, va como un payaso.
Además, aquí es casi imposible encontrar ropa azul o rosa para bebés. Yo me la tengo que traer toda de España. Y mira que mi marido dice que qué aburrido el niño con esos colores nada más (cuando es bebé, cuando crecen les visto más normal, pero siempre siempre conjuntados, eso sí), pero cada vez que salgo con ellos TODO el mundo me dice que qué monos van, que dónde compro esa ropa!
Lo que también me suele pasar aquí es que, como les visten de payaso unisex, hasta que no alcanzan determinada edad (y ya a las niñas les ponen un vestido, antes no, claro, porque lo de los pendientes no se estila y lo de cortarles el pelo, sea niño o niña, tampoco, que mi cuñada no le cortó el pelo a su hija hasta que cumplió 2 años), se creen que mis hijos son niñas… Yo, de verdad que no lo entiendo: El mayor va vestido normal y se nota que es niño, vale, y el bebé va de azul, con las fundas del cochecito, el huevo…etc. azul clarito también, y aún sí, siempre me dicen que “qué mona la niña”! Anda que…