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Reportaje: De bazofia a cult movie

Publicado el 12 diciembre 2010 por Lapalomitamecanica
Porque el pueblo no siempre tiene la razón
Reportaje: De bazofia a cult movie
Si hay un fenómeno que me fascina es el hecho de que una película pase de ser considerada un bodrio en su estreno a una verdadera obra maestra del cine pasado un tiempo. De igual manera que me sorprende que ciertos films provoquen el efecto contrario: un exitazo en taquilla cuando en realidad son birrias megalíticas. Y no miro a ningún vampiro anémico ni a ninguna chica de Nueva York obsesionada con zapatos.
Reportaje: De bazofia a cult movieBlade Runner, Videodrome o La Naranja Mecánica son algunos de los títulos que ejemplifican el primer caso. Sus resultados al pasar por la gran pantalla fueron estrepitosos fracasos, con una recaudación pésima. Y pongámonos en el lugar del director. Tiene que ser jodidísimo sufrir el desprecio del público y ver que todo el esfuerzo y el dinero –sobre todo el dinero- que has invertido, se van por el desagüe. Es como presentarte súper contento a un concurso de ciencias del colegio con un acelerador de partículas y que se lleve el premio uno de los cientos que ha hecho una mierda de volcán. ¿Pero por qué pasa esto? ¿Por qué el público alaba el volcán y no un mega-invento? O en nuestro caso. ¿Por qué se quedan con la basura cinematográfica en lugar de con las verdaderas obras maestras? Las razones son varias.
Sin embargo, retrocedamos en el tiempo, Doc. ya hemos comentado que Blade Runner (1982) fue víctima de ese factor ‘eclipse’ y de las modas. Unos días antes, se estrenó E.T. El extraterrestre. Golpe bajo para un Ridley Scott que lo dio todo durante 9 mesazos de rodaje. Vale, en este caso al menos E.T mola, pero Blade Runner es un referente de la ciencia ficción, incomprendida por la crítica y por el público. Menos mal que a principios de los 90 fue rescatada por los que entonces eran llamados fanáticos y hoy son etiquetados como frikis en toda regla.
Existe también el factor ‘autismo generalizado’, un idiotismo que envuelve a un público acostumbrado a que se lo pongan fácil. Chico conoce a chica, chico se disfraza de superhéroe, acaba con los malos y se queda con la chica. Y vivieron felices y comieron perdices. Muchos espectadores, sobre todo el sector adolescente, prefieren dejar sus neuronas en standby cuando sientan sus traseros en las butacas. Quieren ver acción, muerte, tetas y destrucción, y ya está. No les pongas Biutiful porque sólo obtendrás dos cosas: un ‘¿ein?’ y una baba. Víctimas de dicha incomprensión social fueron joyitas como  Vértigo (1958), Donnie Darko (2001) o El Gran Lebowski (1998), demasiado adelantas a su tiempo, consideradas muy intelectuales y vanguardistas, por lo que fracasaron en el cine. Son aquellos films que no escapan del adjetivo ‘raruno’.
Reportaje: De bazofia a cult moviePor supuesto, no podemos obviar la labor de la crítica y los académicos del cine, quienes, al igual que el pueblo, no siempre aciertan. Unos chicos que cuando se esmeran pueden hacer más daño que Catherine Hardwicke con una cámara y financiación. En el caso de Videodrome, además, la Asociación Cinematográfica de América obligó a David Cronenberg a que la película tuviera la calificación R (apta para menores también) para distribuirla, con lo que le hizo más recortes que el Gobierno a las subvenciones, hasta dejar la cinta en un sinsentido. En su distribución doméstica se realizó un nuevo montaje, por suerte.
Y aquí entra en juego otra de esas tocapelotas, la señora censura. Gracias a la cual muchas obras maestras encuentran obstáculos para distribuirse en algunos países. Tal y como pasó con La naranja mecánica, que decían generaba sentimientos violentos en los jóvenes. Adolescentes psicópatas los hay en todas partes, en su estado mental, hasta Bob Esponja sería un detonante de su criminalidad.
¿Y cómo se rescata ese tipo de películas fracasadas y pasan a ser objeto de veneración? Mi teoría es que entre la masa hay ciertos ‘iluminati’, muy superiores al resto de humanos, que ven la luz y propagan su visión por el mundo, con el boca a boca, la que siempre defiendo como más poderosa arma publicitaria. Y entonces nos llega. A esto lo llamo el efecto ‘Wikileaks’ cinematográfico.
Reportaje: De bazofia a cult movieLo que me planteo yo es si hoy en día es posible que alguna de las películas actuales que han fracasado en taquilla puedan llegar a sufrir este fenómeno y convertirse dentro de unos años en una cult movie. Hay que tener en cuenta que el gran público es más intelectual y en estos tiempos, afortunadamente, no desprecia tanto los films más complejos, aunque en igual medida, gusta de las súper producciones que basan su espectacularidad en los efectos especiales y no en su argumento. Lo veremos dentro de 10 años, pero yo voto por que Kick Ass será una de ellas.

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