Revista Cine
Antes de que el género de piratas cayera y fuera recuperado por la trilogía de Piratas del Caribe, un clásico del cine de aventuras llegó a las grandes pantallas. Robert Siodmak, un genio y un pionero del cine de acción y de aventuras, escoge a su actor fetiche, Burt Lancaster, para llevar a cabo una aventura clásica de piratas, un aventurero valiente y galán, una damisela en apuros y un gran poder que controla los mares, dan como resultado una de las mejores cintas del género, antes de que esta se perdiera en el infierno de la serie B.Un pirata, con su tripulación fiel, se enfrenta a un delegado de la corona castellana que quiere acabar con una rebelión, al pirata no lo mueven tan solo sus ideales de libertad sino el amor que siente por la joven y hermosa hija del líder de la rebelión.Haciendo gala de sus habilidades como acróbata, Burt Lancaster, junto a su amigo Nick Cravat, en el papel del pirata mudo Ojo, protagoniza esta cinta en un papel que se encaja a un hombre considerado uno de los galanes del cine de los cincuenta, título que mantuvo hasta su muerte. El reparto lo completan actores de la época como Eva Bartok, Torin Thatcher y James Hayter, además de un joven Christopher Lee, ponen vida a los personajes de este film de piratas, carente de grandes efectos especiales, pero con una gran historia y escenas que a más de uno le recordarán la reciente trilogía de piratas.Esta película tuvo un rodaje complicado, realizado en la isla de Ischia en Nápoles, ya que el guión no estaba terminado, y se completó durante la filmación, a pesar de dirigir a novecientos extras, a parte de los actores principales.Una obra maestra del cine, con un Burt Lancaster en su salsa, acción y buen humor, algo que se echa de menos en el cine de hoy en día, una cinta redonda que aún crea envidias.Valoración: 4,5/5