Ya dedicamos un tema a la dificultad de muchas parejas a quedarse en estado. Se estima en unas 800.000 las parejas que padecen este problema en España.
La solución a la que más se recurre en nuestro país es la fecundación in vitro (FIV). El éxito del tratamiento es de un 40%, pero depende de la edad de la mujer. Cuanto más joven, más probabilidades de éxito. Pero ¿en qué consiste?
- La fase de pruebas diagnósticas conlleva unas 2 o 3 visitas.
- El tratamiento propiamente dicho se inicia sobre el tercer día de la menstruación estimulando con hormonas el desarrollo de folículos múltiples en los ovarios. Estos folículos son los que darán lugar a los ovocitos (que se conocen como óvulos cuando son expulsados del ovario). Requiere unos 10 días de inyecciones.
- Se induce a la ovulación y extraen los ovocitos con una aguja guiada por ultrasonido. Se programan diversas punciones cada 30 minutos, utilizando anestesia local, general o parcial.
- Ya en el laboratorio, se fertilizan con el esperma del padre. Básicamente consiste en incubar juntos el ovocito y el esperma durante 18 horas en un medio de cultivo con glucosa.
- Una vez que el óvulo ha sido fecundado y se ha obtenido un cigoto (=la célula resultante de la únión del espermatozoide y el óvulo), se mantiene en un medio de cultivo entre 2 y 5 días para favorecer la división celular y convertirlo en embrión.
- Se hace una selección de los embriones obtenidos, de forma que se mantendrán congelados unos y se implantarán en el útero de la madre los otros (uno o dos, aunque la ley permite hasta tres). Se hace mediante un catéter delgado por el cuello uterino y no es necesaria anestesia.
- Se aconseja reposo de 24 horas, tras la recepción de los óvulos. A partir de ahí, vida normal.
Embrión de 8 semanas – Imagen: Wikimedia Commons – Autor: Lunar caustic
El proceso completo supone unos 15 días, a los que hay que añadir otros tantos para confirmar si la mujer ha quedado embarazada.
El coste es de unos 4.000 € el ciclo, aunque puede variar en función del tipo de fecundación in vitro. Así, si es necesaria una microinyección, serían unos 1.000 € adicionales.
Si la mujer no queda embarazada, se realizaría un nuevo ciclo con los correspondientes costes. Se suele considerar que 4 ciclos son lo habitual antes de abandonar y buscar otras soluciones.
De nuevo se debe insistir en que la edad de la mujer determina el éxito y, a partir de los 40 años, puede ser interesante realizar el FIV con donación de ovocitos. Otra opción para las mujeres que no se plantean tener un hijo hasta llegada una cierta edad o pacientes con cáncer es congelar sus óvulos a los 30 años mediante vitrificación. Así, pueden usarlos 10 años después en un proceso de fecundación in vitro.
A la pregunta habitual sobre si es posible decidir el sexo del bebé en este tipo de fecundación, la respuesta es negativa. Tan sólo está permitido si existen en la familia personas con enfermedades ligadas al cromosoma X, o portadoras, dado que es posible evitar estos síndromes en el bebé con la selección del sexo. Es el caso de:
- síndrome del X-Frágil
- hemofilia
- daltonismo
- distrofia muscular de Duchenne
- distrofia muscular de Becker
- síndrome de Rett
- síndrome de Turner
- deficiencia de Ornitin Transcarbamilasa
- adrenoleucodistrofia (ALD)
- enfermedad de Fabry
- enfermedad de Norrie
- Otras (ver aquí)
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