
LA MUERTE DE MANOLO BIENVENIDA DESPLAZO EL INTERES INFORMATIVO DE LA BATALLA DEL EBROPor El ZubiLa muerte de un torero siempre es noticia de gran impacto popular. Y si ese torero es una primera figura del momento, la repercusión de su muerte desborda por completo la imaginación del pueblo. Eso ocurrió el último día del mes de agosto de 1938, cuando los periódicos vocearon la muerte inesperada de Manuel Mejías Jiménez “Manolo Bienvenida” un torero pleno de facultades y que se encontraba en su mejor momento. La noticia estremeció a toda la afición y a todos los españoles que luchaban en aquellos días en ambos frentes, incluso desplazó en interés popular a las informaciones que los periódicos y las radios facilitaban sobre la batalla del Ebro. En San Sebastián moría un matador de toros de leyenda. En el frente de Aragón habían caído ya, por las balas y la metralla, mas de 2.000 hombres.Corría el año 1938. Hacía dos años que había estallado la guerra civil en España y a estas alturas la contienda había entrado en una fase muy dura para ambos Ejércitos. Manolo Bienvenida al igual que otros toreros, al caer en zona nacional siguió toreando. En la retaguardia nacionalista el triunfalismo mantenía la moral y minimizaba los reveses del frente. Para el público que iba a los toros, al menos durante unas cuantas horas la guerra dejaba de existir. Manolo Bienvenida era una de las máximas figuras de su época, junto a su hermano Pepote, a Marcial Lalanda (que se cambió de bando a través de Francia), Feliz Rodríguez, Antonio Márquez (que le dio la alternativa), Cayetano Ordoñez, Vicente Barrera, y Juan Belmonte, (Rafael El Gallo quedó atrapado en Madrid) junto a otros muchos toreros mas, torearon con frecuencia en estos años de lucha fraticida no sólo en España sino también en Francia.

