Rescatando 'La boda de mi mejor amigo'

Este fin de semana os recomiendo una de mis películas favoritas (y os la recomiendo hoy sábado porque mañana habrá entrada especial de Los Goya ^^). No sé si es que Julia Roberts siempre me ha gustado, que Rupert Everett ha sido uno de mis amores platónicos (incluso aquí, donde da vida al amigo gay de Julia), o que se trata de una comedia romántica de esas que endulzan pero no empalagan, porque son  divertidas y frescas, pero sin duda La boda de mi mejor amigo (P.H.Hogan, 1997), es una delicia digna de rescatar para una sesión de sofá y palomitas.

Dermont Mulroney y Julia Roberts en un fotograma de La boda de mi mejor amigo (1997)

A estas alturas tengo claro que  muchas de las comedias románticas (sobre todo las que van de bodas) que se han hecho después de La boda de mi mejor amigo, tienen muchas influencias suyas, quizá por eso de que es tan fresca y atemporal.
La amistad de toda la vida de los protagonistas, el darse cuenta (tarde) de que se siente algo más por el otro y el sentirse capaz de arruinar el enlace de esa persona como acto de amor, son algunos de los ingredientes de esta comedia en la que Julia Roberts borda el papel de la crítica neoyorkina Julianne Potter, Dermont Mulroney está increíble en el papel de su amigo de toda la vida y novio del enlace, Michael y Rupert Everett es simplemente sensacional encarnando a George. Diría, de hecho, que incluso el papel de Cameron Díaz como la cursi Kimberly Wallace, es un papel acorde y bien hilado.

Julia Roberts y Rupert Everett en La boda de mi mejor amigo (1997)

Otro de los puntos fuertes de la película, y algo que creo que han emulado varias comedias románticas a partir de esta, es la estupenda banda sonora que acompaña cada momento clave de la película. Unos momentos musicales que encandilan, hacen que los ojos hagan chiribitas y que, encabezada por 'I say a little prayer' (Diana King) es la guinda del pastel.
Por todo esto, La boda de mi mejor amigo está, sin duda, en el TOP de las comedias románticas según mi parecer, y no pasa ni pasará de moda, y aunque la pongan mil y una veces en televisión, me seguirá pareciendo maravillosa y seguiré viéndola entera. Un clásico.
Ahora os dejo con mi escena favorita de la película. ¿Alguien se acuerda?

Los hombres con las manoplas de tenazas del fondo del plano son geniales *o*