Durante el verano que se ya nos fue hubo tiempo para hacer muchas cosas: unas se pueden contar y otras no. Entre las primeras (cómo no) están las sorpresas y alegrías musicales que van salpicando el quehacer diario y que llegan a perdurar incluso hasta entrado el otoño…
Pues bien, una de esas bandas veraniegas que irrumpieron con fuerza en mi mp3 fueron los Triptides: un joven grupo americano que a falta de poder definir su sonido con más palabras y de ser más directos, diremos simplemente que hacen música casera, Lo-Fi…
Por anteriores episodios, ya sabrán ustedes todas las dudas que me genera este tipo de subgénero o etiqueta musical: la voluntaria o involuntaria escasez de calidad a la hora de la producción e interpretación, el dudoso talento de los artistas en directo… Ese tipo de dudas.
Pero dejando a un lado cuestiones personales, lo importante es que los Triptides son sobre todo unos chicos trabajadores, y es que poquita gente de hoy día puede presumir de haberse pateado todos las buhardillas, todos los sótanos y tooooodos los garajes del Estado en que residen (en este caso el de Indiana). Además, por lo que he podido escuchar hasta ahora de ellos, tienen un gusto musical bastante acertado y cuentan por Internet con varios discos disponibles para descargar gratuítamente en Bandcamp, algo que siempre ayuda a acercarse a lo que proponen estos muchachos.
Si os gustan las dulces y clásicas melodías tan propias de la soleada California de los años 60, el ambiente playero relajado, lánguido y el sonido añejo, entonces no me queda ningún rastro de duda: los Triptides os va a agradar enormemente.
Un buen par de ejemplos de lo dicho son esta joyita de 2 minutos y 47 segundos de duración titulada "Tropical Dreams":
Y esta otra diminuta maravilla, “Something Silver”:
¡Que os gusten!