¡Mierda de primera, chaval!
Gloria bendita, oigan. Sin más. Veintiocho minutos y pico de rijoso ruacanrol escupido con estilo, pasión y rabia. Y puesto en pública circulación exclusivamente para consumo del oyente avezado, para el adicto a la mierda de primera y sin cortar. Esto –y no otra cosa– es lo que ofrece este primer “Naked Dreams” que acaban de autoproducirse en unos estudios de su ciudad de origen los abulenses LA REACCIÓN.
Pero no juguemos al despiste, pues “Naked Dreams”, como el algodón del anuncio, no engaña: garage, high energy, rock & roll, punk, soul, power-blues… A lo largo y ancho del disco se pueden escuchar sonidos que hacen pensar en bandas como los MC5 y los Zen Guerrilla, los Cynics y los Hellacopters, los Delta 72 y Jon Spencer, los Nomads, los primeros Bell Rays, los Dead Boys… LA REACCIÓN suenan trabajados en todos y cada uno de los cortes del álbum: la sección rítmica aporta la solidez y el peso necesarios para fijar con autoridad el rumbo, las guitarras descargan abrasivos riffs o se enroscan en solos obcecados y dañinos, la voz cantante aúlla como lobo en celo… Todo ello puesto sabiamente al servicio de unos temas concisos y efectivos como un calambre, diez canciones rotundas y elegantes que no renuncian sin embargo a las mieles del estribillo y que han sido cocinadas, si bien con pocos medios, con pleno conocimiento de causa. Atienda el oyente a trallazos del calibre de “Money Man”, “Chica del blues”, “It’s reaction”, “I got the blues” o esa maravilla expansiva y lobotomizante titulada “Let it go” y convendrá conmigo en lo siguiente: LA REACCIÓN tienen lo que hay que tener: un gusto educado, savoir faire y la actitud necesaria para poner patas arriba cualquier garito en el que se hayan juntado unas cuantas almas dispuestas a perder la sesera, decididas a dejarse llevar por la fuerza que palpita en la entrepierna y prontas a sudar.
Los más modernos degustadores del chichinabo digital, disfrazados de escépticos paladines de la originalidad, dirán aquello de “nada nuevo bajo el sol”. Pues bien, mucho me temo que a LA REACCIÓN les debe importar bien poco. Son los abulenses, como todo buen amante de la música de género, uno de esos grupos que funcionan al margen de las modas, empecinados en oficiar un rock & roll auténtico, hipertenso y energético, que al fin adquiere pleno sentido cuando es descerrajado a máximo volumen desde lo alto de un escenario, preferiblemente en una sala de aforo reducido. Esto –y no otra cosa– es lo que ofrece este atorrante “Naked Dreams”: diez sueños tan húmedos como desnudos que prometen, cuando ejecutados en vivo, una cruda, intensa realidad. La boca agua, señores.