Revista Cultura y Ocio

Reseña #132: El temor de un hombre sabio

Publicado el 20 octubre 2018 por Alaluzdelasvelas


Reseña #132:

El temor de un hombre sabio
 ¡Hola, hola, hola!
 ¿Qué tal todo? ¿Por ahí también está cayendo un diluvio? Si es que vaya tela… Pero bueno, veamos el lado positivo (sí, a veces está bien buscar el lado bueno), ¿no es precioso eso de leer mientras llueve? Sí, sí, el sonido de la lluvia es una (jodida) maravilla.

 Hoy os traigo – después de mi gran conversación sobre el tiempo – una reseña que debería haber subido a finales de septiembre. Sí, habéis leído bien. Finales de septiembre. El caso es que, por toda una serie de cambios en la programación de las entradas, no ha podido ser hasta hoy. ¿Empezamos? ¡Dentro reseña!


Ficha técnicaReseña #132: El temor de un hombre sabioTítulo:(Crónica del asesino de reyes2) El temor de un hombre sabio Autor:Patrick Rothfuss Traductora:Gemma Rovira Ortega Editorial:Debolsillo Número de páginas: 1200 ISBN:9788499899619 Preció libro físico: 9,95€ Precio formato electrónico:8,99€
Sinopsis
«Todo hombre sabio teme tres cosas: la tormenta en el mar, la noche sin luna y la ira de un hombre amable.» El hombre había desaparecido. El mito no. Músico, mendigo, ladrón, estudiante, mago, trotamundos, héroe y asesino, Kvothe había borrado su rastro. Y ni siquiera ahora que le han encontrado, ni siquiera ahora que las tinieblas invaden los rincones del mundo, está dispuesto a regresar. Pero su historia prosigue, la aventura continúa, y Kvothe seguirá contándola para revelar la verdad tras la leyenda.
Reseñas de libros anteriores
(Crónica del asesino de reyes 1) El nombre del vientoMi opinión 1197 páginas. Ahí es nada. Claro, hay un problema, ¿a qué persona convences de leer 1197 páginas, que si redondeamos son 1200? ¿Y si encima esa persona se entera de que a Pratick Rothfuss le gustan las descripciones? Jodido, ¿eh? Bien, pues reto aceptado. Vamos a hablar de El temor de un hombre sabio como merece, ¿sí?
 Después de todo lo que pasó en El nombre del viento – que no fue gore ni nada según en qué momentos –, Kvothe está relativamente tranquilo. Bien, Devi – la prestamista – le odia lo que viene siendo un poquito bastante, el asno de Ambrose – me cae como una patada – no para de tocar las narices y, para más inri, las matrículas de la universidad son cada vez más caras. Con este panorama, nuestro protagonista debe enfrentarse a un nuevo problema, y es que Ambrose ha conseguido la atención de Denna.
 No os voy a mentir: el primer tercio del libro es la leche. Un continuo de acción en el que cada uno recogelo que siembra – y yo aplaudo por ello -, ahora bien, una vez Kvothe ejecuta, digamos, una venganza; pasa algo que hace que tenga que irse temporalmente de viaje. El problema de las vacaciones es que, a veces, resultan pesadas, ¿no creéis?
 Entre las muchas virtudes de Patrick Rothfuss, destaca la de la buena prosa. Estoy segura de que hay muy pocos autores, muy pocas autoras, que consigan hablar del silencio con una maestría tan jodidamente maravillosa. Lo sé, lo comenté en la primera reseña, pero lo repito: el silencio triple me tiene totalmente flipada. Eso y el hecho de que demos palos de ciego porque, joder, mi mayor inquietud sigue siendo, incluso ahora que le leído el libro entero, saber qué narices pasa con el Kvothe que trabaja en la posada Roca de Guía.
 Os comentaba que el primer tercio pasa volando. Las siguientes cien páginas sencillamente, no. No pasan volando y no os voy a mentir diciéndoos que son hojas que os van a aportar un conocimiento exhaustivo del mundo que crea Rothfuss. Son, si lo pienso en términos reales, algo así como una clase de protocolo. Sí, creo que eso se ajusta bastante bien. El costumbrismo de la corte en la que va a parar Kvothe, junto con sus pocos medios para entretenerse, me resultaron, siendo brutalmente sincera, un poco pesados. Ahora bien, como la paciencia es una virtud, os aseguro que tendréis una recompensa brutal una vez pasado ese “mal trago”.

 Es muy difícil hablar de (escribir sobre) un libro tan largo sin haceros algún spoiler. Por eso, creo que será mejor que nos centremos en mis impresiones.Kvothe sigue siendo un personaje brillante, un chico con una inventiva y una capacidad de resolución de problemas que ya quisieran muchas y muchos; ahora bien, tiene defectos, entre ellos la lengua que se gasta. Os cuento esto porque, aunque nuestro protagonista no tiene mala intención, la acaba cagando de forma reiterada, metiendo tan hondo los pies en el barro que, para cuándo quiere darse cuenta, está cubierto de mierda. Esto le aporta cosas buenas, no creáis; y es que, al parecer, es de esos que se manejan harto bien bajo presión. Así es como, por fin, empezamos a ver ciertos comportamientos más propios de personas adultas que de niños demasiado listos. Suena a galimatías, ¿verdad? Creedme, tiene sentido.
 Hay una cosa que me tiene trastornada desde el primer libro, y “esa cosa” es, en realidad, un personaje completo. Denna. Denna y sus silencios, Denna y sus ausencias, Denna y su misterio. Me encanta. De verdad que sí. Esa chica, junto con Devi, tienen toda mi admiración porque, aunque la segunda es una luchadora con todas las de la ley; la primera no deja de ser una superviviente con un único puerto seguro. Y ese puerto, cuando habla, la caga.  Me gustaría contaros más cosas, pero no puedo. Lo único que puedo hacer es deciros que no tengáis miedo de que el libro sea largo. A fin de cuentas, es como leerse dos libros relativamente largos. No, el tema de “cómo de largo es el libro” no cuenta porque la prosa de Rothfuss vale la pena. Ya no es tanto el hecho de que “escriba bonito”, sino que hay un trabajazo detrás que, joder, vale la pena descubrir. Además, ¿a quién no le gusta leer un libro con ciertos chicos malos de los que poder enamorarse?


 Y ahora, bienvenidas y bienvenidos a la Zona Spoiler

 Tengo tres preguntas. Sólo tres. Tres preguntas que me están amargando un poco la trilogía, y no porque hagan que me plantee si realmente vale la pena, sino porque me hacen pensar que, en realidad, todavía no sabemos nada de lo que le espera realmente a Kvothe. Mis tres preguntas son: ¿de dónde cojones ha salido Bast?, ¿por qué demonios Kvothe parece ahora poco más que un pobre desgraciado, amargado, que espera paciente la muerte?, y la más importante, ¿cuándo diablos van a aparecer los Chandrian al completo?

 Me ha encantado conocer un poco mejor el mundo Fata. Ojo, que sé que no sabemos una jodida mierda todavía, pero me ha parecido un acierto que Felurian le enseñe su retorcido mundo a Kvothe. Y hablando de esa mujer… ¡por fin! Ya creía que el pobre acababa vistiendo santos. Eso sí, me da en la nariz que eso de “ir de flor en flor” sólo va a conseguir que Denna corra en dirección contraria hasta el fin de los tiempos. ¿Sabéis?, creo que nunca, en toda mi vida, he leído sobre un amor tan evidente pero tan intangible. Me explico. Salta a la vista que Denna quiere a Kvothe tanto como él la quiere a ella; ahora bien, los dos son lo suficientemente estúpidos como para no querer dar nombre a lo que sienten, al igual como para hacer oídos – y ojos – sordos de todo lo que sus acciones provocan en el contrario. Aquí me refiero a la pelea de Denna y Kvothe. Sinceramente, creo que los dos fueron estúpidos. Estúpidos, cabezotas e inconscientes. Ella no tenía razón, pero él tampoco. ¿Y que hacen? Se llaman de todo. A gritos.
 Pasando a otras cosas, soy muy fan de Tempi. Ese chico, junto con Bast y Wilem, son mis grandes amores de la trilogía. Volviendo a nuestro mercenario vestido de rojo, qué deciros. Me gustó muchísimo su apunte, ese en el que dejó bien claro que, en realidad, la mayor parte del tiempo hablamos sin decir nada. Pensadlo fríamente, ¿cuántas veces habéis mantenido conversaciones prácticamente circulares, dando vueltas y más vueltas a un punto concreto que, en realidad, no os lleva a ninguna parte? Yo, así a ojo, un millón. Me gusta la marcialidad, la honestidad y la brutalidad de la sinceridad. Todo eso es Tempi y, creedme, su cultura vale muchísimo la pena.
 La novela se parte en tres puntos: inicio en la universidad, vida en la corte y gran viaje. Al menos así lo veo yo. Mi parte favorita fue la última, con todas las movidas pertinentes, y es que viajar con una panda de mercenarios intransigentes y malhumorados no es fácil para nuestro protagonista. Si a eso le sumamos que se encuentra de cara con uno de los asesinos de sus padres y ni siquiera se da cuenta, el drama está servido. El final, la verdad, me dejó un poco pillada. No es tanto el hecho de que me sorprendiera la mala hostia que se gasta la nueva mujer del maer – espero que tenga una larga y terrible diarrea -, sino el hecho de que Kvothe vuelva a la universidad. No, no me lo esperaba y, sabiendo lo que dice después nuestro tabernero particular, me da en la nariz que es la última vez que va a estar tan contento. Ya que hablamos sobre nuestro tabernero… os juro que no lo entiendo. Aprende una barbaridad en sus años de, digamos, peregrinaje, ¿sí? Entonces, ¿a santo de qué cojones no sabe hacer, literalmente, nada? ¿Por qué no lucha, maldita sea? ¿Dónde está el asesino de reyes, el Sin Sangre, el que llama al viento? ¿Dónde diablos ha quedado todo su orgullo, su mal humor y sus ganas de ser poco más que un crío vacilón? ¿Dónde está Kvothe?


Con todo, El temor de un hombre sabio es una segunda parte cargada de sorpresas. Con nuevos escenarios, un montón de personajes nuevos que valen, y mucho, la pena; Patrick Rothfuss vuelve a conquistarnos, dejándonos sumidos en el tercer silencio una vez cerramos el libro. ¡No sé a qué narices estáis esperando para darle una oportunidad!
Nota: 5/5
Citas
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La muerte era como un vecino desagradable: no hablabas de él por temor a que te oyera y decidiera pasar a hacerte una visita.
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Cualquiera puede amar algo por algún motivo. Eso es tan fácil como meterse un penique en el bolsillo. Pero amar algo a pesar de algo es otra cosa. Conocer los defectos y amarlos también. Eso es inusual, puro y perfecto.
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-Maravilloso – dije en cuanto estuvo lo bastante cerca para oírme –. Ambrose, tu presencia es el baño de estiércol que cubre el pastel de estiércol que es este proceso de admisiones.
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-¿Y cuál va a ser el brindis? – preguntó Graham.-¿Por el fin de un año de mierda? – propuso Jake. -Eso no es un brindis – refunfuñó el viejo Cob.-¿Por el rey? – dijo Aaron.-No – terció el posadero con voz sorprendentemente firme. Alzó su vaso –. Por lo viejos amigos que merecían algo mejor de lo que tuvieron.
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-He oído hablar mucho de ti – dijo Wilem mirando a Devi –. Pensaba que serías más alta.-Y ¿qué te ha parecido? – preguntó Devi con aspereza –. Lo de pensar, quiero decir.
(…)

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