Reseña
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Amante eterno
¡Hola, hola, hola!
Sinceramente, me ha costado mucho decidir qué ha sido lo bueno de la semana; y es que ya huele a fin de curso, ese momento de angustia que precede a la ansiedad de los exámenes. Porque sí, ahora es cuando empiezan a salir problemas de debajo de las (
Hoy toca reseña. ¡Y de segunda entrega de saga! ¿Acabar sagas? ¿Qué es eso? ¿Se come? Como os comenté, la culpa es de Omaira – Entre la lectura y el cine –. Ajá, todo es su maldita culpa. Por aquí os dejo su maravillosa reseña, por si queréis contrastar opiniones. Y, sin más rollos, ¡dentro reseña!
Ficha técnica

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Y ahora, bienvenidas y bienvenidos a la Zona Spoiler
Quiero intentar dejar el tema para más tarde – sólo un par de párrafos, palabrita – pero me queman las manos encima del teclado. Zsadist. Oh, por favor, es que no entiendo nada. Repasemos, que la cosa se pone cada vez más fea. Se supone que es malo malísimo, un súper monstruo de la hostia al que sólo consigue “calmar” su hermano gemelo, Phury. Ajá. Muy bien. ¿Qué pasa entonces con Bella, eh?, porque, no me jodáis, el tío se ha dado cuenta de que no le es indiferente. Y a mí me va a petar la patata después del final de este maldito libro. Vuelvo con los protagonistas. Mary ha sido… curiosa. Me ha gustado mucho su forma de afrontar las cosas. El temple, la tranquilidad y esa distancia emocional con la que muerde los problemas hasta convertirlos en polvo. Ahora bien, ha habido un par de cosas que me han molestado lo que viene siendo un poquito bastante. La primera es que no da a su problema la importancia que realmente tiene.Me explico. Sabe que algo va mal. Algo dentro de ella se está… rompiendo. Se muere, joder, y ella no hace más que preguntarse con quién folla Rhage. Nena, así no funcionan las cosas.La segunda es que… es muy cabezota. Por amor de Dios, cuando tiene que hablar de lo que siente, sin ambages, se muere de miedo. Y echa a correr.
Rhage no ha conseguido cabrearme. Mirad que esperaba que me desquiciara. Esperaba querer matarlo, vaya; y sólo puedo deciros(escribiros) que es un jodido amor. Es lo más dulce que os podáis echar a la cara – claro, para cagarnos de miedo ya tenemos al amigo Zsadist– y tiene la paciencia de un santo. Ojo, no digo que esté bien que le borre la memoria dos veces. Digo(escribo) que es comprensible, teniendo en cuenta que es un poco difícil hacer que alguien se crea que está medio saliendo con un chupasangre.
Me flipó cómo se fueron desarrollando las cosas. Contaba las páginas para ver cuándo iba a aparecer Bella para intentar acercarse a Zsadist, eso es verdad – nótese el hypecon ese maldito guerrero -, pero me encantó leer cómo, poquito a poco, Rhage y Mary empiezan a confiar más y más en el contrario. Ya no hablemos de los lindos que eran juntos. Son como una gran familia. Un enrejado de personajes que, poquito a poco, unen sus vidas, sin olvidar que, en realidad, el motivo que lo mueve todo no es otro que evitar más muertes. Muertes que van in crescendodesde que los jodidos restrictores están haciendo avances en sus sistemas de secuestro y tortura. Como lo leéis. Los muy salvajes tienen unas ideas que dan miedo. La Virgen Escribana no me tiene nada contenta. Esa mujer los va a matar a disgustos. A todos. Por si con el Rey Ciego no tuvo bastante, su ojo va a morir ahora a Rhage, y es que el pobre chaval, llevado al límite, debe soportar un castigo que muta en unos días de paz. Días en los que la bestia no está, días en los que es él mismo. Pero todo lo bueno se acaba. El final es bastante… especial. Si bien es cierto que nuestros protagonistas tienen un final bonito, de esos que roban sonrisas; Zsadist está jodido. Jodido hasta el punto de que ha descubierto que, pese a todo, puede que sí tenga sentimientos. Ojo, él eso no lo entiende. Pero ha pasado algo. Y ese algo le ha dolido en lo más profundo. Si os soy sincera me dan pena los restrictores. Lo que va a hacer con ellos ese guerrero cuando los coja va a ser terrible.
Con todo, Amante eterno es un libro precioso. Con dos protagonistas que arrancan más de una sonrisa, montones de momentos tiernos y una historia bastante desgarraadora de fondo; J.R. Ward nos regala una segunda entrega de saga que deja con los dientes muy largos.
Nota: 5/5