Autor: Mercedes Albert
Editorial: Éride
Páginas: 242
Precio: 15.00€
Puntuación
Gracias a Éride por el ejemplar
Año 2526. El Planeta Tierra desapareció. Los supervivientes establecieron unas nuevas y extrañas normas de convivencia. Un mundo feliz y perfecto, donde todos viven sin miedo a nada. Ellos lo llaman... Ataraxia. Sin embargo, Abey no es la típica chica de 16 años. Inevitablemente, verá cómo todos los cimientos de su pequeño mundo se desmoronarán, adentrándose en un mundo oscuro.Conocí este libro cuando mi madre me habló de él y por la sinopsis me llamó bastante la atención.
Año 2526. Abey ha perdido a su abuela recientemente y vive sumida en la soledad. Vive con sus padres y su hermano pequeño y lleva una vida normal en la sociedad en la que vive. Tiene un mejor amigo de la infancia que es algo más, Arnie. Pero tras conocer a Dayron, su mundo dará un giro inesperado y la vida placentera que esperaba se convierte en un torbellino de inseguridades que llevarán a Abey a adentrarse en lo más profundo de su sociedad y descubrir que quizás no sea tan perfecta.
Cuando mi madre me dijo que le había gustado este libro pensé que también me iba a gustar. Nada más lejos de la realidad. Me ha faltado mucho a la historia. ¿Año 2526? ¿El planeta Tierra destruido? Vale muy bien, pero ¿Dónde estáis? En una nave espacial, no lo sé. En otro planeta, quizás. Y lo mejor, os dio tiempo a hacer un “arca de Noé” con muchas especies y llevárosla. Creo que debió empezar por lo que le pasó al planeta y que ha cambiado desde entonces ya que aunque se explica lo considero de una manera muy superficial e insuficiente.Narrado en primera persona, los primeros capítulos se me hicieron eternos. Abey solo hablaba de su sociedad perfecta, donde nunca había ningún alboroto, el dinero había desaparecido, etc. Todos son perfectos, menos Abey que tiene una particular tendencia a romper las normas.Luego, cuando la novela empieza a coger ritmo mejora un poco porque por fin parece que todos son humanos (buenos o malos) y no muñecos sin sentimientos, y aun así todavía me desconciertan ciertas escenas porque todo sucede con mucha rapidez. Creo que está bien poner acción pero a veces es bueno dar un respiro al protagonista para que el lector también pueda parar. Todavía no he decidido si continuaré o no la historia porque aunque no ha sido nada del otro mundo creo que la autora puede sorprendernos en su segunda parte ya que el final fue un WTF total.