Reseña: '22:22' de Dianna M. Marquès

 Para April, ya nada será igual después de perder a su padre. Rehacer su vida y encontrar el amor será algo prácticamente impensable, y menos cuando hay alguien que se empeña en añadir problemas por el camino, amenazando su felicidad. Por suerte, fuerzas desconocidas hasta el momento para ella, la ayudarán a darse cuenta de que el destino ya tiene sus planes.

Dianna con un regalo de sus fans
tras la presentación de 22:22 en Valencia.

Tras haber leído Alma Inmortal, la primera novela de esta catalana, queda claro que en esta tercera obra su evolución como escritora es más que notable. AI tenía mucho potencial que desarrollar, mientras que a 22:22 no se le puede hacer ninguna mejora estructural, ninguna corrección sintáctica y tan sólo mancillan su prosa un par de descuidos graves, y cuando digo un par, es un par, ¡contados! 
Además la edición rústica con solapas de 22:22 es mucho mejor que la de su Saga del Escarabajo, está más cuidada y el papel es de mejor calidad. El precio también ha mejorado considerablemente, haciendo que su compra por internet y el correspondiente pago de los gastos de envío sea económicamente posible.

Sandman, Tempe, Loving y Dianna tras
la presentación de 22:22 en Valencia.

Antes de leer 22:22 tenía la impresión de que estaba catalogado como de ciencia-ficción, pero nada más lejos de la realidad. De hecho, aunque en algunos sitios web se diga que Dianna es escritora de este género, ninguna de sus obras publicadas pertenece a él. Sin embargo este pequeño equívoco no es en absoluto algo que criticar. Simplemente es una advertencia para el lector que va escoger esta fantástica novela de romántica juvenil, que tiene cierto componente paranormal pero nada que se acerque a la ciencia-ficción. 
Hay un par de cosas en al argumento que no me han terminado de convencer: tal y como nos avisó Sandman en la presentación del libro que se hizo en Valencia, el protagonista masculino, Tyler, es un chico demasiado perfecto: maduro, amable, atento, cariñoso, guapo, divertido, adorable, generoso, guay, está buenísimo, tiene varias carreras universitarias, amplia experiencia sexual, está forrado de pasta hasta las orejas, está soltero y además quiere una relación estable, duradera y con vistas al futuro. Por no decir que es músico.

Sandman y Dianna presentando 22:22
en el Bibliocafé de Valencia.

¿Quién puede reunir todas esas condiciones? Llamadme cínica si queréis, pero luego presentadme al chico que echa por tierra mi teoría, que quiero una cita ¡YA! La propia Dianna opina que, ya que vas a escribir a un chico, que sea como a ti te gusta, y también a las lectoras nos gusta soñar con chicos fabulosos, pero ese exceso de perfección resulta irreal. El otro pequeño inconveniente del argumento es que la escena del clímax me ha parecido un poco estereotipada, tanto que al final el gran malvado al que llevas esperando toda una novela resulta casi cómico, por lo tópico. 

Por lo demás me ha encantado cómo la autora ha tratado la historia de amor, prescindiendo de las típicas escenas de pasión desenfrenada y decantándose por describir los sentimientos de sus personajes en escenas cargadas de tensión emocional. 22:22 es una novela preciosa, llena de ternura y con sitio para el misterio y el crecimiento personal: la protagonista, April, se esforzará por superar la pérdida de su padre al tiempo que va conociendo a Tyler, confiando en él y volviendo a tener fe en el amor. El mensaje es sin duda el mejor punto positivo de 22:22: hay que levantarse después de cada caída y creer en lo imposible.
22:22, Dianna M. Marquès / autopublicación, 15 euros, 350 págs. / ISBN: 978-84-615-0676-7 / www.diannammarques.com / Web de 22:22