Autora: Care Santos
Serie: Libro único
Editorial: SM
Páginas: 448
ISBN: 978-84-67-53-52-35
Lee los primeros capítulos
Bel ya no reconoce aquello que formaba su mundo. Todos sus seres queridos parecen haberse convertido en extraños. No tiene ni idea de qué está pasando pero está dispuesta a averiguarlo; aunque tenga que soportar las consecuencias de saberlo todo.De otra manera, podría perder a Isma, el amor de su vida, para siempre. En su cabeza suena un estribillo: I’ll be ok.
Bel se siente una extraña en el mundo. Todo lo que antes le hacía sonreír, ahora no le causa más que desazón. ¿Que ha pasado con todo aquello que amaba? ¿Donde ha quedado las risas con su mejor amiga, los momentos compartidos con su padre, la felicidad en los ojos de su madre? Ahora solo le queda un sentimiento, algo que sería incapaz de olvidar aunque dejara de existir: el amor por Ismael, su novio, el chico por el que estuvo esperando toda su vida.
Pero Isamel está en coma.
Su madre se haya en una profunda depresión.
Su padre tiene ansias de venganza.
Amanda, su amiga, se comporta de manera extraña.
¿Qué ha pasado?
Bel no tarda en llegar a una conclusión: ella está muerta.
Ahora que no es más que un espectro que vaga por la tierra, Bel tiene que encontrar aquello que aun la retiene al mundo para solucionar ese asunto pendiente. Por eso, primero tiene que descubrir cómo, cuándo, donde y por qué murió. Y cuando lo haga y descubra la verdad.... ¿será realmente capaz de abandonar este mundo?
Bel, amor más allá de la muerte cuenta una historia bonita, pero también predecible. Es el primer libro que leo de Care Santos y me ha gustado su prosa, su manera de contar las cosas y mantener el misterio a través de las páginas. No hay duda de que engancha, pero me temo que eso no fue suficiente para que la historia me encandilase: he encontrado muchos detalles que se alejan de la trama, otros tantos que no concuerdan y un final que no me convence.
Analicemos un poquito la historia:
Primero, tenemos un padre que no acepta que el caso de su hija se haya cerrado y por ello decide iniciar una investigación por cuenta propia. Entonces, ¿por qué deshacerse de los objetos de Bel si aquellos pueden conducir a algo? El dolor de ver las cosas de alguien que ya no está es terrible, pero nunca se va a llegar a la verdad descartando pruebas que pueden ser decisivas.
Segundo, me fastidió un poco que conociéramos al asesino tan pronto. Es cierto que no se revela hasta casi el final de la historia, pero por cómo se comportan los personajes y el curso que toma la novela es imposible no darse cuenta de quién quería que Bel muriera.
Tercero, hay varias subtramas que apuntaban a dar giros sorprendentes en la historia, aunque al final estas no llegaron a tener la relevancia esperada en la novela. Es el caso de Alma y Hyerónimus
Por último, el final me dejó la sensación de vacío, como si faltaran (y faltan, en realidad) atar ciertos cabos, poner en orden ciertas situaciones y ver las consecuencias de los actos de ciertos personajes.
Y hablando de personajes, no se puede negar que estos son puntos fuertes de la novela, especialmente nuestra protagonista. Pero es con Bel con quién precisamente me surgió una duda: dicen que para el amor no hay edad pero... ¿es posible sentir un amor tan fuerte con tal solo dieciséis años? Esa pregunta ha llevado en mi cabeza durante cada página del libro.
Pese a todo, me gustó la historia, el argumento, la forma de narrar y sobre todo, la importancia de la música dentro de la novela. Esas tres cosas y la curiosidad fueron los alicientes que me animaron a terminar la historia. Finalmente, aunque no fue tan genial como esperaba, me ha sorprendido gratamente.