Reseña: brigh (espíritu), carolina lozano

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  Título: Brigh (Espíritu)Autor: Carolina LozanoEditorial: Edebé
Formato: Tapa dura,
sin sobrecubierta.¿Saga?: Trilogía. 2#Número de páginas: 342 Precio libro físico: 16,40€Precio libro ebook: 9,49€

En Edimburgo, ciudad de luces y sombras donde la vida moderna se mezcla con la historia, ya hay quien sabe que no todos los cuentos de fantasmas son inventados, ni divertidos. Las apariciones existen de verdad, y la barcelonesa Liadan y sus amigos han aprendido a vivir con lo que les rodea. Pero no estaban preparados para lo que sucederá ahora. La desaparición de un ser querido, la llegada de viejos y nuevos amigos a sus vidas y la certeza de que alguien trata de demostrar que los fantasmas existen, harán que tengan que madurar y mostrarse unidos, o perder aquello que más valoran. Y descubrir que, a veces, lo único que queda es aceptar la pérdida. Brigh, palabra gaélica que significa espíritu o esencia, da nombre a esta novela en la que la voluntad de uno solo puede turbar la existencia de muchos... Tantos de los que aún están vivos como de los que ya no lo están.

Este libro ha sido cedido por la editorial Edebé. Desde aquí, muchas gracias. Más información sobre sus publicaciones visitando facebook.

Lee la reseña de Tahibse (aparición). Primer libro de la trilogía.

Tan sólo unos meses atrás, Liadan Montblanc no creía en lo sobrenatural. No existía nada en la embrujada y enigmática Edimburgo que la asustara. Las historias de fantasmas no le ponían la piel de gallina y las apariciones parecían meras habladurías. Después, cuando en su último curso conoció al misterioso Álastair, todo cambió. Su verdadera naturaleza salió a la luz y lo que antes no eran más que sombras se convirtieron en cosas mucho más peligrosas. Porque salir con un fantasma tiene algunas ventajas, pero sobre todo también un montón de inconvenientes. Como por ejemplo que nadie más que ella pueda comunicarse con él. Tras luchar contra sí misma y rozar muy de cerca la locura, Liadan ha logrado una frágil paz en su vida. Ha aceptado quién es y ha aprendido que quizás nunca obtenga todas esas respuestas que busca. Se ha vuelto cautelosa y astuta, ha entendido que en el nuevo mundo por el que se mueve no es ella la única que ve, sino que también la acechan a ella. Poco a poco la rutina se ha restaurado y lo común y corriente se ha fusionado con lo extraordinario. Los amigos muertos y los vivos se dan la mano. Sin embargo es siempre la calma lo que precede a la tempestad. Y tras un devastador suceso que removerá antiguos sentimientos y atraerá a nuevas personas a sus vidas, Liadan y sus amigos volverán a sentir lo que es tener el peligro muy cerca, respirando sobre sus nucas. ¿Podrán sobrevivir esta vez?

Ver a Álar caminar en la penumbra todavía me causa impresión. Pese a que suele ser todo corrección y urbanidad, en estos momentos en que se ha convertido en una figura oscura entre las sombras parece un guerrero al acecho. Como el guerrero celta que fue. Los ojos verdes tan claros que casi parecen transparentes, los cabellos de un naranja oscurísimo y esa forma de caminar, mezcla de seguridad y cautela innata, me fascinan. Ojalá alguien más pudiera verlo. Ojalá. 

Una vez más, Carolina Lozano nos transporta a una ciudad llena de luces y de sombras. Encantadora y oscura. Pero luminosa también, todo a la misma vez. Una ciudad gótica, repleta de particularidades y mitos, donde los grandes castillos medievales conviven con los nuevos rascacielos. En Brigh encontramos un perfecto balance entre lo viejo y lo nuevo. Un lugar donde la gente aún es supersticiosa. Y esta vez, teniendo a nuestra protagonista ya en la universidad, la autora se toma la libertad de dejarnos conocer más rincones que nos harán viajar a tiempos inmemoriales, a viejas y trágicas leyendas donde habitan almas torturadas por las pérdidas. Porque si algo cabe destacar de esta trilogía es el buen trabajo de documentación. Todo se encuentra sólidamente trabajado sobre una base real, cada descripción resulta tan precisa como poética.Carolina Lozano quiere que nos enamoramos de una ciudad que leemos pero no vemos, con cada detalle y situación, con cada pasito que damos por sus calles que al final te resultarán tan familiares. Y entre toda esta mágica ambientación, si el libro anterior fue escrito por y para Liadan y Álastair, este ha sido creado para que brillen otras estrellas. 
En Brigh los secundarios dejan de serlo y pasan a ser protagonistas. Esas pocas páginas que en el anterior libro nos ofrecieron se convierten ahora en capítulos enteros. Las líneas que les separaban de los principales se esfuma y pasa a ser, en su totalidad, una obra coral. Vemos a través de ellos como la relación de Álastair y Liadan se consolida y al mismo tiempo pasa a un segundo plano, aún como una constante, pero no lo principal, porque esta segunda parte está enfocada en una única cosa: la introspección.El amor, la familia, la amistad, lo bueno y lo malo que viene de una pérdida. La autora quiere que conozcamos a todas sus creaciones y quiere que las conozcamos bien. Quiere que sintamos lo que ellos sienten, que entendamos sus fallos y celebremos sus victorias mientras nos vemos reflejados en algunas de sus acciones. Quiere encontrar realismo dentro del mundo fantástico que ha creado. Y sobre todo quiere que cada uno de ellos, a su manera, nos de un punto de vista diferente acerca de la existencia, de lo material  y lo que hay más allá, de la profundidad y complejidad del ser humano. Vida después de la muerte, escepticismo, supersticiones o ciencia. Aquí hay espacio para todo. 
Continuando con esa narración que se mueve entre el presente y la primera persona, -y que tan bien le resultó en el primer libro-, este segundo tomo nos ofrece distintas voces. Cabe destacar que cada una de ellas conserve sus propias particularidades, lo que crea la sensación de un ritmo que se mantiene siempre ligero, disfrutando de una prosa fluida y directa, que sabe cómo hacer uso de unos diálogos que no suenen a hueco. ¿Es un libro rápido de leer? Sí. ¿Es un libro que te deja buen sabor de boca? También. Y aún así me faltó algo. Ese no se qué, qué se yo. Para qué nos vamos a engañar, después de todo, Brigh no deja de ser más que una novela de transición. Un libro que marca las pautas para lo que puede ser un final de trilogía apoteósico, sí. Que deja un montón de frentes abiertos, por supuesto. Y que hace a los personajes evolucionar de una manera realista y positiva, sin duda. Pero con una trama lenta y menos explotada de lo que esperaba, que no llega a la altura de la primera parte.

PUNTUACIÓN: 

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