Revista Libros

Reseña Casi una novela – Megan Maxwell

Por Perdidas Entre Páginas @LasPerdidas

Sinceramente, en un principio (por sospechas y la reseña de Wendy que leí) no tenía en mente la idea de comprar esta novela. Lo que pasa es que el viernes de hace una semana fue la presentación de Casi una novela Bésame y vente conmigo, y las tenían allí tan bien puestas que al final tuve que decirme a mí misma “vamos, es una novela de Megan… ¡cómpratela!” Así que salí de allí con esta novela y varias más firmadas.

casi-una-novela

Rebeca ha vivido una vida solitaria desde que sufrió un último desengaño. La irrupción de Pizza, una encantadora perrita que se encuentra sola y abandonada, dará un giro a su vida inesperado.  Pizza, una cazadora de piel y una niña encantadora, se encargarán de que el destino de Rebeca cambie radicalmente. Cuando conozca al sexy y archiconocido piloto de moto GP Paul Stone perderá el miedo a vivir que le impedía tomar las riendas de su vida.

Casi una novela - Tienda

 

Y principalmente no iba a comprarme la novela porque este tipo de libros me encantan, me entretienen, me conmueven y hacen que aflore ese poco sentimentalismo que me queda en el cuerpo, pero a la vez me hacen arrugar la nariz al toparme siempre con esos esquemas tan semejantes.
Y es que oficialmente solo sabía que en el libro encontrábamos un piloto de moto GP y una chica muy mona, pero no hay que ser muy espabilada para imaginar, al ser libro único y tipo chick lit, el inicio, el nudo y el desenlace (el típico momento “encuentro”, la típica “riña”, el típico “ailoviuperdonamé”…).

Por eso mismo en la presentación quise preguntarle a Megan qué era lo que íbamos a encontrar en esta novela diferente a las otras, quería que me diera un aliciente para leerla sin pensarlo dos veces. La verdad es que con la respuesta me quedé igual (creo yo que porque a parte de que si decía algo ya nos contaba algún secreto de la novela, también porque sabía que el esquema sigue siendo el mismo y me pareció que no sabía qué responder exactamente). Su contestación fue: “…es una novela más calmada, es la primera novela que escribí y Rebeca es más inocente…”. Yo me quedé con lo de “calmada” y “primera novela” así que mis expectativas no aumentaron.

Quizá por esto es por lo que me ha llegado a gustar más de que lo que pensé que me gustaría. Seguramente habrá detalles que la autora ha modificado para que la novela se ajuste un poco a los tiempos actuales (mención a facebook, por poner un ejemplo) y seguramente se haya pulido bastante antes de sacarla al mercado, pero debo reconocer que Megan apuntaba maneras si esta fue su primera novela.

Eso sí, tiene un “pero”: la extensión de la novela no da cabida a desarrollar ambas partes de la trama. Creo que las cosas se precipitan demasiado; es una novela en la que se sucede un largo período de tiempo, del que vamos viendo temporadas o días en concreto (puede estar narrando sobre un día en un párrafo y al siguiente haber pasado una semana). Esto da cierta credibilidad a los asuntos de los personajes y a la evolución de sus sentimientos, pero el ritmo se acelera y querrías deleitarte más en situaciones de la novela que la autora ventila en dos líneas, o conocer mejor a los personajes ya que en este libro la autora le da más importancia a todo el rollo de la “trama secundaria” que a los propios protagonistas. El libro es muy corto, quizá por eso de querer pasar tan rápido los meses; y el final se me hizo a la velocidad de la luz: es de esas novelas que llegas casi al final (tres o cuatro capítulos antes, encima cortitos) y todavía estás en medio del meollo así que piensas que o se solucionará todo muy rápido o no se solucionará y habrá una segunda parte, así que como la segunda opción ya sabía que era imposible, me quedé con el final a lo bala.

La novela es cien por cien Megan Maxwell: una historia romántica de esas de cine, de esas soñadoras de las que aunque sabes que todo ha de ir bien te hacen llorar a mares en los momentos críticos (o seré yo, que me pongo demasiado sensiblera con este tipo de novela), es de esas historias que no necesitan nada explícito para hacerte temblar, de esas novelas que lees con una sonrisilla en el rostro en todo momento. El estilo es inconfundible y los personajes, aunque resultan muy muy de película, se hacen totalmente creíbles y cercanos (sé que me repito más que el ajo en todas las reseñas de esta autora, pero es que Megan tiene un don: tiene el don de crear personajes a puñados y que todos sean estupendos, perfectos para la novela; hasta el personaje que tiene el papel más pequeño encaja a la perfección. Me tiene anonadada). En otros libros suyos la autora ha tocado temas como infidelidades, la fama,... en este caso os diré que toca el tema de la corrupción (el dónde, el cómo y el qué lo tendréis que descubrir leyéndola); la protagonista no es tan guerrera como las de las últimas novelas, pero la autora lo suple muy bien con esa trama paralela al romance (podría decir incluso que me gusta más así que no cuando los protagonistas y sus rifi-rafes están durante toda la novela).

4
Pues no sé, creeréis que esta autora me tiene comprada o algo porque no baja del cuatro, pero es que esta novela me ha gustado y no voy a decir lo contrario. Si os van los libros de Megan, os gustará; si os apasionan las historias de amor con una trama que le de vidilla detrás… es vuestro libro. Si no, pues simplemente no la busquéis porque no es para vosotros.


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