Reseña: Cierra los ojos y mírame, de Ana Galán y Manuel Enríquez Turiño

¡Buenas!
Siento la tardanza de esta reseña, pero como bien digo siempre, estoy de trabajo hasta arriba, así que paciencia, trasnochadores.
Tras un grave accidente de coche, David recibe la noticia de que se ha quedado ciego y se encuentra sumergido en un mundo de sombras donde deberá aprender a comer, a vestirse, a leer e intentar armarse de valor para regresar a la facultad, acompañado de su bastón blanco que tanto aborrece.
Su vida ha dado un cambio rotundo y poco a poco tendrá que aprender a valerse por sí mismo con la ayuda de un perro guía, que lo llevará a conocer a Blanca. Blanca, junto a su familia, ha adiestrado a Kits, el perro lazarillo de David. Blanca y David entablan amistad y poco a poco les va a unir algo más que Kits.
Pero la vida no es fácil, los cuentos no siempre tienen final feliz, su relación no tiene ningún futuro... o quizás, sí.
Blanca, una joven apasionada por los animales que tiene la posibilidad de entrenar a un perro guía. David, un chico normal y corriente hasta que tiene un accidente que le roba la vista, obligándole a ver siempre el lado negro y oscuro de las cosas.
  Y Kits, en un principio un cachorrillo inmaduro e inexperto que, bajo las sabias instrucciones de Blanca y toda la EPG (fundación que le ayuda con su entrenamiento para que aprenda a integrarse a su futura vida como perro guía), termina convirtiéndose en alguien -más que algo- esencial para la vida de cierta persona.
   Él es el lazo que une a Blanca y a David, dos personas que en otra ocasión nunca se hubiesen conocido. Es quien les demuestra cómo el amor supera todo tipo de barreras, y que, con los ojos tapados, uno puede esquivar, saltar y evitar cualquier obstáculo que se interponga en el camino de éste.
Opinión personal (sin spoilers) Necesitaba leer este libro. Era un sí o sí. El hecho de que una editorial tan grande como Destino haya apostado por una historia tan original y distinta me llamó la atención desde un principio. Estamos acostumbrados a leer libros realistas con personajes similares a las personas de carne y hueso, o por el contrario a historias fantásticas con seres increíbles.
   Pero no nos damos cuenta en muchas ocasiones que no hace falta buscar fantasía para toparnos con esos "seres" tan increíbles, porque de hecho, hay cientos de personas únicas y especiales, como muestra el libro, que mediante sus acciones, demuestran cómo en la vida cotidiana también tenemos a personajes totalmente realistas pero que afrontan un día a día desafiante que va más allá de lo común.
   Tengo que decir que la historia me ha enamorado. Estuve trabajando hace un tiempo en un proyecto de integración sensorial, pero ni si quiera en ese momento me di cuenta de los verdaderos retos que conlleva el hecho de ser ciego. Sí, ciego. Es una especie de palabra "tabú" que no suena demasiado bien para muchos, pero es la verdad. Hay chicos y chicas con problemas de vista que no pueden ver.
   Como bien decía, el libro me ha transmitido de manera perfecta y totalmente adecuada la impotencia que siente David al comenzar su nueva vida, las dudas que le afloran a Blanca, las inseguridades del chico en todo momento...
   Imaginaos que de repente despertáis y no podéis ver nada. Absolutamente nada. Al principio, sentí una especie de opresión, y de hecho, aunque suene raro, me tapé los ojos y estuve quince minutos haciendo cosas que hago diariamente sin poder ver para sentir exactamente lo que David siente, aunque el libro lo evoca tan bien que no me hubiese hecho falta.
  Por lo que os cuento, como habréis podido comprobar los personajes me han gustado mucho, especialmente los tres protagonistas (¡no olvidemos a Kits!) No son totalmente consecuentes, y a lo largo de la novela cambian de opinión, dudan, y piensan sobre lo que está sucediendo. Se ven afectados por su entorno, influenciados. Y por ello, tienen que afrontar una serie de problemas, y seguir adelante. Son realistas al cien por cien. Cambian, evolucionan, se equivocan... Me he podido imaginar en una situación similar, y creo que reaccionaría en la mayoría de los casos como Blanca.
   Sobre los secundarios, aunque estos flojeen un poquillo en mi opinión, no son tan importantes. Sin embargo, sí que son relevantes en el hecho de que ellos ejercen las influencias.
  El libro se me hizo un poco largo al principio, pero en cuanto pasas las primeras cincuenta o sesenta páginas fluye con rapidez y se hace súper dinámico. La prosa de los autores es sencilla, muy juvenil y adecuada para el estilo de novela.
  Consigue sin duda alguna mostrar cómo no todo es tan sencillo como nos parece. Que la vida puede complicarse en cualquier momento. Que la sociedad no siempre estará ahí para apoyarte si no eres a lo que están acostumbrados. Y que la vida es dura, pero hay gente que amasa esta dureza para hacerla más llevadera, e incluso conseguir que sea fácil y flexible.
  Un amor imposible para nada imposible. Dicen que el amor es ciego... y nunca había estado más de acuerdo. 
Nota final: