Hace unos días hablaba con un colega y le comentaba mi opinión de que el cine de terror está cada vez más de capa caída y que hace mucho tiempo que no veo una peli de miedo que me deje con un canguelo tal que ni me atreva a ir hasta la cocina con la luz apagada. El caso es que el otro día me dejaron esta peli de Miedos 3D (bueno, lo de 3D está metido ahí de paquete, porque si en su día te la perdiste en el cine pocas 3 dimensiones vas a ver ya a estas alturas).
Merece la pena comentar que lo primero que le llama la atención a uno al poco de empezar a ver el film es el hecho de que es inevitable no hacer un parangón de la película con el cine ochentero, en el sentido de que los protagonistas son un grupo de chavalitos que de buenas a primeras se ven metidos en un “sarao” que les depara una serie de desventuras de lo más extrañas. En el caso de la peli que nos ocupa veremos cómo el argumento gira alrededor de tres jóvenes que encuentran un profundo agujero en el sotano de su nueva casa. Cuando descubren que se trata de una especie de pozo sin fondo, se despertará en ellos la curiosidad morbosa de tratar de averiguar qué demonios hace ese agujero ahí y qué misterio se esconde dentro de él. Sin embargo, cuando se percaten de que ese agujero será el artífice de que sus peores miedos se conviertan en realidad, se les quitará un poco la tontería y el “jiji-jaja” de los compases iniciales.
Tengo que reconocer que al principio, con toda la trama esa del misterio del agujero en el sótano y lo que hay dentro de él, estuve ahí bastante entretenido y en mi salsa (vamos que la peli captó de lleno mi atención). Sin embargo, hacia mitad del film uno se percata de que este largometraje está enfocado desde un punto de vista de “terror adolescente” (incluso hasta infantil diría yo), y esa trama interesante del principio se diluye en una cinta de miedo muy light, apta para todos los públicos. Tampoco me malinterpretéis pensando que quiero decir que me ha parecido un pufo en toda regla (creo que la peli se deja ver sin que uno bostece a lo bestia). Lo único que digo es que la cinta está planteada de manera que no te haga sudar la gota gorda de miedo, pero tampoco te va a provocar un aburrimiento irremediable que te deje tiritando.
Incluso tengo que reconocer que dentro de ese “terror light” la cinta tiene sus momentos tensos y sus 2 ó 3 sustillos que te provocan algún que otro sobresalto si te pillan con la guardia baja. También comentaré que alguno de esos “Miedos” tienen alguna que otra reminiscencia de ciertos films japoneses, pues la forma de moverse de cierta niña muerta a mí personalmente me recordaba a las respectivas criajas de The Ring y La Maldición.
En definitiva, Miedos 3D es un film de terror muy suave y apto para todos los públicos, razón por la cual a mí me dejó la sensación de que si no hubiera sido todo tan “light” podría haber salido una peli que suscitará grandes momentos de terror. Como he comentado antes, tiene un arranque bastante prometedor y un misterio inquietante en torno a ese extraño agujero, pero poco a poco la cosa va perdiendo ritmo e intensidad hasta degenerar en un film de lo más discretito. ¡Ah bueno!, no puedo acabar la reseña sin decir que a colación de lo que comentaba al principio de cine ochentero y tal, se me olvidaba destacar a su director, Joe Dante, que os sonará por pelis como Los Gremlins (de ahí el cameo que tiene en el film el actor Dick Miller). Pero vamos que esta peli suya es pasable y poco más…