Ficha Técnica:Título: El azul es un color cálido
Título original: Le bleu est une couleur chaude
Autor: Julie Maroh
Editorial: Dibbuks
Encuadernación: Cartoné
Nº Páginas:160
Precio:18€
ISBN: 978-84-92902-44-6
Resumen y Opinión Personal (sin spoilers):
Cita del cómic:
Amor mío, cuando leas estas palabras, habré dejado este mundo.
Así comienza El azul es un color cálido, con una revelación de lo que nos encontraremos al cerrar las últimas páginas. Que Clementine ha muerto es algo que se sabe desde el principio, desde que vemos la tristeza que Emma lleva como una doble piel al tiempo que avanza hacia el que fue el hogar del gran amor de su vida, decidida a cumplir su última voluntad. Tras su partida, Clementine le ha dejado a Emma su mayor tesoro: sus diarios. Gracias a ellos, Emma viajará a través del tiempo y conocerá la otra cara de su historia de amor, navegará por las profundidades de los sentimientos de Clementine y comprenderá esa parte que su novia siempre se guardó para sí misma. Clementine era una chica de 15 años que apenas comenzaba a comprender cómo funcionaba el mundo cuando Emma apareció en su vida como un oasis en medio de un desierto, como la brisa que aliviaba la opresión en la que vivía. Antes de su aparición, Clementine se veía incapaz de comprender lo que estaba sintiendo, el deseo irrefrenable de encontrar a alguien que de verdad llenara su vida, que ocupara ese vacío que no sabía cómo rellenar. Sus amigas la habían animado a salir con un chico de su instituto, pero la relación acabó muy mal y Clementine no podía explicar exactamente por qué. Hasta la llegada de Emma. Con Emma llegó la calma y la tempestad, el miedo y la desesperación, el deseo y el rechazo. No era fácil asimilar lo que sentía por una persona de su mismo sexo, aceptar el rechazo de los que creía sus mejores amigos ni el miedo a que sus padres descubrieran la naturaleza de sus sentimientos. Pero Clementine no sólo tuvo que aceptar su sexualidad, los sentimientos sólidos que Emma iba despertando en ella sino que, además, también tenía que lidiar con el hecho de que Emma tenía una pareja estable, y que esta no estaba dispuesta a romper con su relación.
Y hasta aquí puedo contar ya que, básicamente, la historia se centra en la relación de Clementine y Emma, en ese amor que iba creciendo conforme los años pasaban. La relación avanza a pasos muy lentos pero seguros y ese es uno de los grandes puntos de la historia, que la vemos nacer, desarrollarse y hacerse grande, muy muy grande a pesar de los baches que tiene que sortear. Resulta gratificante que no se quede en la típica historia de “chica conoce a chica”. Clementine y Emma se atraen desde el principio, pero hay demasiados obstáculos que les impiden estar juntas. No sólo es Clementine y el miedo a aceptar lo que siente, también está la relación de Emma con su pareja Sabine, la estabilidad que rige sus días y que teme sacrificar por una chica que parece no tener claro lo que siente, así como el modo en que Emma ve la vida y su propia sexualidad. Esta y otras dificultades tan reales como la vida misma se irán interponiendo en la relación y desajustando todo lo que van construyendo a base de confianza y entrega.
Tanto Clementine como Emma son dos personajes extraordinarios, aunque es cierto que Emma es muchísimo más interesante. Clementine es un personaje bastante perdido, una chica que necesita encontrarse consigo misma, aferrarse a un lugar sólido que la haga feliz y la ayude a salir a flote. Emma es su balsa, su puerto, su felicidad. Por el contrario, en Emma encontramos a esa chica de aire misterioso y personalidad efervescente. Es decidida, segura de sí misma y sabe lo que quiere, pero también tiene un toque vulnerable que no le muestra al mundo, el miedo a que todo se derrumbe a su paso y se quede expuesta ante un mundo demasiado despiadado para permitirle el paso. Su amor por Clementine es inmenso e indestructible, y eso le aterra más que nada en el mundo. Emma es ese personaje encantador, adorable y misterioso que necesitas descubrir página a página a través de los ojos inocentes de Clementine.
Cita del cómic (Emma):
Te quiero apasionadamente… Y te quiero apaciblemente.
Puede que el amor eterno sea eso, esta mezcla de paz y de fuego.
El dibujo de Julie Maroh es sencillo, elegante y muy delicado, con escenas muy cotidianas y expresivas que a veces no requieren de texto para transmitir lo que nos están contando. Las partes más actuales están ilustradas a todo color (unos tonos muy apagados, pero a color igualmente), y se irán combinando con las que evocan recuerdos pasados, recuerdos encerrados tras las páginas de los diarios de Clementine, que son ilustradas en blanco y negro con el azul como único color destacable. El azul, el color que dio cuerda a la vida de Clementine, que la acompañó durante su adolescencia llenando de color sus días grises.
La historia es preciosa, íntima y extremadamente dulce. Una historia de amor muy cercana y real de dos chicas homosexuales que se enfrentan a las dificultades sociales, a los prejuicios y a sus propios miedos. Las escenas de sexo, que las hay, no soy muy largas ni explícitas como lo son las de la película, así que si tenéis miedo de eso ya os digo que podéis estar tranquilos.
El final, como ya he comentado, no es ninguna sorpresa, pero incluso sabiendo lo va a ocurrir llega a transmitir toda la felicidad y el pesar que envuelve a esta historia de amor. Es un final agridulce, conmovedor y, al mismo tiempo, hermoso.
Cita del cómic (Clementine):
Emma… Me preguntaste si creía en la existencia del amor eterno. El amor es algo demasiado abstracto e indefinido. Depende de lo que nosotros percibimos y vivimos. No existiría si no existiéramos. Y somos muy volubles… Así que el amor también puede serlo.
El amor se consume, nos desfallece, se rompe, nos rompe, se revive… El amor no puede ser eterno, pero nos hace eternos.
El azul es un color cálido es una obra deliciosa, una historia de amor de las que dejan huella, acompañada de un dibujo que es tan sencillo como bello y delicado. Un slice of life conmovedor y cautivante que no os podéis perder. El cómic se ha llevado varios premios, y la verdad es que se los merece.
9,5/10 Una historia tierna, conmovedora y tan real como la vida misma, y que cuenta con un dibujo sencillamente delicioso.
La vida de Adele
Impresiones sobre la adaptación cinematográfica
Hace un par de semanas me enteré de que estaban pasando la adaptación de este cómic en la gran pantalla y, por supuesto, fui a verla antes de que la quitaran del cine. La película, titulada La vida de Adele, poco tiene que ver con el cómic, empezando por el nombre de la principal protagonista. No entiendo por qué se lo cambiaron, pero bueno, lo veo como una de tantas diferencias entre la obra principal y su adaptación.La película es bastante buena y muy real, con escenas quizá excesivamente cotidianas que le aporta más realismo a lo que estamos viendo. Es como ver pasar la vida de dos chicas reales, mucho mejor que una película en 3D. Sin embargo, digo excesivas porque creo que se detienen demasiado en detalles superfluos que no aportan nada, y otras cosas que sí necesitaban más desarrollo fueron pasadas por alto o brillan por su ausencia. Se saltaron muchísimas cosas, empezando por los diarios y el trágico final del cómic. La historia tiene su parte dramática y conmovedora, pero no de la misma manera que la obra original. Es cierto que la historia de amor sigue siendo realmente bonita y te llega, pero a la relación le falta bastante para alcanzar el nivel de confianza y la dulzura que dotaba a la historia original. Se saltan uno de los obstáculos más importantes, que es Sabine, la pareja de Emma, así como las circunstancias familiares que se dieron en la historia original. Los años transcurren con brusquedad y en un abrir y cerrar de ojos Emma y Adele ya son una pareja y llevan años juntas, las vemos convivir, abrirse camino en el ámbito profesional y tambalearse de nuevo en la relación. Las partes sexuales en la película son largas y explícitas (la primera creo que dura unos diez minutos), tanto que realmente parece que lo están haciendo. No me malinterpretéis, que eso no me molesta en absoluto, lo que creo que sí le quitó cierta gracia es que no se viera el paso de la atracción, del deseo, al amor, que se saltaran esos pequeños detalles, la gran amistad que se forja entre la parejita antes del primer contacto sexual y después de ello. Las actrices logran hacer un gran papel y hay mucha química entre ellas, pero es mejor aislar cómic y película y disfrutar de ambos productos por separado. Si nos ponemos quisquillosos ninguna de las dos se parece demasiado a lo que son los personajes del cómic. A Emma le falta vulnerabilidad, dulzura quizá, y a Adele una mejor definición de sí misma. Terminó la película y sentí que Adele seguía perdida dentro de su propio mundo, algo que en el cómic no sucede. Esa es la impresión que me da. Pero ya os digo, que por separado la película es estupenda. Otra cosa que no me gustó de la película es que le restara importancia a Valentine, el mejor amigo de Adele (de Clementine), un personaje importante en el cómic que aparece y desaparece en la película como esas amistades de instituto que se borran de tu vida con el paso de los años. No voy a contar nada más, porque tampoco es plan de explicar una a una cuáles son las diferencias. Cómic y película comparten personajes, idea principal y otros detalles, pero poco más. Sin embargo, os recomiendo ambas cosas por separado. El cómic porque es maravilloso, y la película porque merece mucho la pena, tanto si habéis leído el cómic como si no (pero mejor después de leerlo). Dura tres horitas, pero a mí se me pasaron volando.
Por último, os dejo el tráiler:
¿Lo habéis leído o habéis visto la película? ¿Qué os ha gustado más?
¡Un besote a todos!