Título: Como agua para chocolate
Autora: Laura Esquivel
Editorial: Debolsillo
Número de páginas: 216
ISBN:9788497592314
Precio: 5 €
Puntuación: 8,5
No siempre tenemos a mano los ingredientes de la felicidad. Tita lo había aprendido desde pequeña pero los ingredientes no son lo más importante para cocinar un buen plato, sino todo el amor con el que seas capaz de hacerlo. Sus platos no sólo tenían el poder de deslumbrar por sus sabores y texturas. Su tristeza, su alegría, su deseo o su dolor a la hora de prepararlos se contagiaban irremediablemente a todo aquel que los probaba.
Como agua para chocolate es un libro cortito, de pocas páginas y que se lee con una gran rapidez, no sólo por la pluma sencilla pero precisa, sino también porque engancha desde el principio. Además, la forma de estructurar el libro es de lo más original.
Cuenta con doce capítulos, uno por cada mes del año, y cada uno se corresponde con una receta que Tita prepara en ese mes, y que de una forma u otra, está relacionada con los sucesos que pasan en la historia.
La protagonista de esta historia es Tita, la pequeña de tres hermanas y que carga sobre sus hombros con la terrible tradición de que la hija menor siempre está condenada a no casarse nunca para poder cuidar de su madre cuando esta envejezca, un destino que a Tita no le hace ninguna gracia. Tita siempre se ha criado en la cocina, y desde pequeña demuestra una habilidad excepcional para preparar platos. Como dice la sinopsis, tiene el poder de transmitir su estado de ánimo en el plato que cocina, y así, todas las personas que lo prueban se contagian de esa misma sensación. Este detalle es alguno de los puntos fantásticos que tiene Como agua para chocolate, tan característicos del realismo mágico, y que aportan a la historia toques muy peculiares.
Esta es ante todo una historia de amores y de desamores, aunque también toca otros temas relacionados con la familia, como las relaciones entre madre e hijas o entre hermanas. Sobre todo, se centra en el amor prohibido entre Tita y Pedro, y hasta la última página nos acompaña la intriga de si serán capaces de tener o no su tan ansiado -e improbable- final feliz.
Pero el libro no se centra únicamente en estos dos personajes, sino que también nos cuenta las alegrías y las desventuras de los demás habitantes de la casa: Nacha, mamá Elena, Gertrudis, Rosaura...
Tita es sin duda el personaje que mejor conocemos, y el único al que realmente llegamos a coger cariño, debido a la corta extensión de la historia. Los demás son bastante más secundarios, aunque hay uno que no puedo dejar sin nombrar, y ese es mamá Elena. La verdad es que he odiado este personaje desde la página 1, llevaba apenas dos capítulos y yo ya estaba desesperada, me sacaba de quicio y quería matarla. Sin embargo, no por esto es un personaje mal construido o plano, sino todo lo contrario.
Como agua para chocolatees una lectura corta, ligera, fresca y original, que sobre todo habla de amor y en la que está muy presente la cocina de una forma mágica. Si os gusta el realismo mágico, no lo podéis dejar pasar.