Contra el viento del norte
Autor: Daniel Glattauer
Serie: Contra el viento del norte (1 de 2)
Editorial: Alfaguara
Páginas: 264
ISBN: 978-842-040-61-07
En la vida diaria ¿hay lugar más seguro para los deseos secretos que el mundo virtual? Leo Leike recibe mensajes por error de una desconocida llamada Emmi. Como es educado, le contesta y como él la atrae, ella escribe de nuevo… Así, poco a poco, se entabla un diálogo en el que no hay marcha atrás. Parece solo una cuestión de tiempo que se conozcan en persona, pero la idea los altera tan profundamente que prefieren posponer el encuentro. Además, Emmi está felizmente casada y Leo aún está saliendo de una relación fallida. Y, en cualquier caso ¿sobrevivirían las emociones enviadas, recibidas y guardadas un encuentro «real»? Y en ese caso, ¿qué hacer?
Es cierto que una letra mal colocada puede cambiar una vida. Eso fue lo que les pasó a Leo Leike y a Emmi Rothner: ella se confundió, él le respondió y así comenzaron una bonita historia tras la pantalla. Físicamente no se conocen, solo se tienen el uno al otro a través de líneas cargadas humor, frustraciones, opiniones y muchas veces, sentimientos que solo pueden expresar virtualmente. Poco a poco, esa amistad cibernética que surgió por azar del destino empieza a dar paso a otro sentimiento más grande, más fuerte y mucho más intenso. ¿Realmente han cambiado tanto la vida el uno del otro con aquellos e-mails? ¿Es acaso posible cortar esa conexión y seguir adelante como si nunca hubieran cruzado palabra alguna para no dañar a los seres que les importan?
Contra el viento del norte es una novela maravillosa. Es cierto que la forma en la que se presenta la historia (nada de narrativa, está total y completamente llena de increíbles e-mails) no es del todo original, pero sí muy poco común. Ya había leído el mismo formato en Donde termina el arcoiris y disfrutar nuevamente de ese estilo hizo que la lectura fuese ligera pero a la vez profunda. Daniel Glattauer maneja una prosa sencilla, capaz de hacer transmitir todas y cada una de las emociones que viven sus protagonistas. Leo y Emmi se adueñan del libro y te hacen vivir sus experiencias en carne propia a través de mensajes cargados de humor, de ironía y sobre todo, de sentimientos tan profundos y verosímiles. He sido incapaz de encontrar fallo alguno a la novela: sencillamente genial.
El libro contiene poco más de un año de mensajes entre dos únicos corresponsales. Un emisario y un destinatario que turnan sus roles, que están ahí para leer y aconsejar el uno al otro, para ser ese persona dispuesta a ayudar pero sin juzgar. El final de esta obra es sin duda lo más comentado, pero a mí me pareció perfecto. No el que internamente quería, pero sí el ideal para un libro tan increíble como este. No dudo que el lector se emocionará, reirá y tendrá otros tantos momentos de tensión. Leo y Emmi son personajes que enamoran, ideales para una novela tan bien perfilada que les dejará con ganas de saber qué ocurre entre ellos después de aquel final que dejará a muchos con el corazón en un puño.