¿No has leído Contra el viento del norte? ¡Ten cuidado! Esta reseña contiene algunos spoilers
Cada siete olas
Autor: Daniel Glattauer
Serie Contra el viento del norte (2 de 2) · Editorial Alfaguara
280 páginas · ISBN: 9788420406398
1) ¿Ya conoces a Emmi Rothner y a Leo Leike? Entonces es que has leído Contra el viento del norte, la inusual historia de amor en que dos personas que jamás se han visto se enamoran perdidamente por e-mail.2) ¿Opinas que los enamorados se merecían verse personalmente, aunque fuera sólo una vez? Comienza a leer Cada siete olas.3) ¿Te dispones a abrir este libro sin conocer Contra el viento del norte? Aquí tienes el equipaje necesario: Leo Leike vuelve de Boston tras poco menos de un año. En casa lo esperan noticias de Emmi Rothner. Ambos se dan cuenta de que sus sentimientos no han cambiado y piensan que quizá deberían verse una vez en persona. Pero Leo ha empezado una relación y Emmi sigue casada…
Después de que seis olas rompan en la orilla llega la séptima, y ésa trae siempre muchas sorpresas...
Tras un fallido intento de encuentro, Leo Leike se ha mudado al otro lado del mundo y dado de baja su cuenta de correo, aquella que le mantenía unido a la persona de la que se había enamorado. Pero Emmi no se da por vencida: una y otra vez escribe - sin obtener respuesta alguna - a aquel hombre que la sedujo con su sinceridad, con palabras cargadas de sentimientos; a aquel único ser por el que ha sentido su corazón desbordante de amor aun cuando no le conoce personalmente. Y cuando empieza a darse por vencida, recibe un mensaje que hace resurgir aquellas sensaciones que parecían (solo parecían) estar alejándose. Ahora que Leo ha vuelto.. ¿vale la pena reiniciar lo suyo? Pero ¿qué es aquello que tienen? ¿Acaso es algo lo suficientemente fuerte para que ella deje a su esposo y él a su novia?
Hola, Leo.¿Por qué te escribo? Porque me apetece. Y porque no quiero esperar en silencio la séptima ola. Las primeras seis son previsibles y equilibradas. Se condicionan unas a otras, se basan unas en otras, no deparan sorpresas. Seis intentos, por más diferentes que parezcan vistos de lejos, seis intentos... y siempre el mismo destino.Pero ¡cuidado con la séptima ola! La séptima es imprevisible. Durante mucho tiempo pasa inadvertida, participa en el monótono proceso, se adapta a sus predecesoras. Pero a veces estalla. Siempre ella, siempre la séptima. Porque es despreocupada, inocente, rebelde, barre con todo, lo cambia todo. Para ella no existe el antes, sólo el ahora. Y después todo es distinto. ¿Mejor o peor? Eso sólo pueden decirlo quienes fueron arrastrados por ella, quienes tuvieron el coraje de enfrentarla, de dejarse cautivar. Aquí, en la costa occidental, sopla fuerte y cálido el viento del sur.Emmi
Contra el viento del norte fue una de las mejores novelas que leí el año pasado y que pasó sin mucho esfuerzo a engrosar mi lista de favoritos. Era inevitable no caer rendida ante la historia de Leo y Emmi, tan inusual en la literatura actual (pero no por ello en la vida real) y narrada con una prosa maravillosa que muchos lectores - incluyéndome - quedaron con ganas de más. Si bien aquel final abierto con el que Daniel Glattauer concluyó Contra el viento del norte me pareció perfecto para una obra como aquella, no voy negar que en cuanto tuve la segunda parte en mi manos no tardé en devorarla. Pero la magia de la que había quedado prendada se rompió al poco tiempo de comenzar la novela.
No es que la Cada siete olas sea un mal libro, nada de eso. Al igual que su predecesora, está cargada de diálogos chispeantes, de citas bonitas que atesorar y de un argumento nada deleznable que se mantiene gracias a un ritmo adecuado en la narración. Emmi y Leo parecen intercambiar roles: mientras en el primer libro ella moría porque Leo dejara a su novia, ahora es él quién no soporta que la mujer que ama viva con un hombre que no es él. Lo que me gusta de Cada siete olas y su predecesora, es que el romance está muy bien equilibrado, sin llegar a resultar pasteloso. Ello, unido a las dosis justas de drama, conversaciones afiladas y revelaciones bajo los efectos del alcohol hacen un libro precioso que vale la pena leer.
Los personajes, que en la primera entrega me parecieron perfectos, en esta no lo eran tanto. No sé si porque el respiro que me he tomado entre ambos libros me ha hecho ver las cosas de otra manera o porque Contra el viento del norte me gustó tanto que no quise verle los defectos, pero lo cierto es que me di cuenta de que Emmi actúa de manera egoísta, al menos en la primera mitad del libro: no es capaz de dejar a Bernhard, pero tampoco quiere alejarse de Leo ¡hay que decidirse, no se puede jugar con los sentimientos de esa manera!Lo otro - y para mí lo más importante - es que, al desaparecer el factor sorpresa, la magia en la que me vi envuelta en la primera entrega, desapareció como un suspiro. Sabía que tenía que llegar el momento en que nuestros protagonistas se vieran cara a cara, que pusieran un rostro a aquella persona de la que se habían enamorado, pero jamás pensé que fuera tan pronto. Cuando me di cuenta de que ya se conocían personalmente, se me quitaron las ganas de seguir con la lectura: fue un punto de quiebre en el que lamenté estar leyendo la continuación de una de las novelas que más me había gustado.
Finalmente, es verdad que Cada siete olas no es del todo la novela que esperaba. Está muy bien narrada y conserva la chispa de sus personajes, además nos da aquel final (previsible, es cierto) que tanto anhelábamos, pero me quedo con el recuerdo de la primera parte, y con su final tan abierto y lleno de incertidumbre.
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