Revista Comunicación

Reseña de «El halcón maltés» de Dashiell Hammett

Publicado el 14 febrero 2018 por Carmelo Carmelo Beltrán Martínez @CarBel1994

El artículo Reseña de «El halcón maltés» de Dashiell Hammett es propiedad de Carmelo Beltrán.

En este viaje por recorrer las grandes novelas policíacas de la historia de la literatura se ha cruzado ahora en mi camino El halcón maltés, una novela publicada en el año 1930 por Dashiell Hammett y que está considerada por público y crítica como uno de los grandes exponentes del género. Ya os adelanto que puedo comprender por qué.

El halcón maltés de Dashiell Hammet

El halcón maltés de Dashiell Hammett

Título: El halcón maltés
Autor: Dashiell Hammett
Editorial: Alianza
Género: Policíaca
ISBN: 978-8490062579
Año de publicación: 1930
Número de páginas: 256
Cómpralo: Formato físico | Formato digital

Sinopsis de El halcón maltés

En 1530, los caballeros de la Orden de Malta regalaron al emperador Carlos V una estatuilla en forma de halcón con incrustaciones de piedras preciosas. Durante más de cuatro siglos fue objeto de robos y desapariciones, hasta que en pleno siglo XX el halcón aparece en San Francisco, donde es codiciado por una banda internacional de criminales atraída por su incalculable valor. El detective Sam Spade, tras el misterioso asesinato de su socio Miles Archer, se verá envuelto en la búsqueda de la extraña estatuilla y deberá lidiar con un sinfín de mentiras, traiciones, asesinatos y una seductora clienta que oculta oscuros secretos.

Opinión de El halcón maltés

Silencio, incertidumbre, una constante vorágine de misterio y una sensación de estar navegando por un río cuya desembocadura es la muerte.

El halcón maltés es una novela que juega con el lector desde su primera página. Su premisa es mantenerle perdido, que no sepa cuál es la realidad sobre el caso que se está investigando, pero con las gotas de información que le hagan pensar que circunscribe un tema importante.

No estamos solos con dicha sensación. Sam Spade, protagonista de El halcón maltés, la comparte. Ello nos hace pensar que hay alguien que está siendo mucho más listo que nosotros.

Investigaciones, mentiras y el comienzo del caso

Sam Spade y Miles Archer son dos investigadores privados al estilo de la novela policíaca. Desempeñan su trabajo porque la policía tiene muchos problemas para resolver los casos más complicados. El hecho de que ellos sí que sean capaces de lograrlo, de que hayan mostrado una mayor inteligencia que el cuerpo policial, hace que las relaciones entre los dos bandos estén bastante deterioradas. Aun así, cada uno sabe cuándo acudir a solicitar la ayuda de su contraparte.

La vorágine de incertidumbre comenzará una noche en la que una mujer se acerque a su despacho. Les quiere contratar. Les contará una historia que parece a todas luces mentira. Según esta, una persona ha secuestrado a su hermana. Quiere que le encuentren, detengan y traigan a su familiar a casa de nuevo.

Tanto Sam Spade como Miles Archer son conocedores de que la historia que les está contando no tiene ni una pequeña parte de verdad. La alta cantidad de dinero que la mujer deposita sobre la mesa consigue que al menos se interesen por qué habrá detrás de sus falsas palabras. Sin embargo, ninguno de los dos es consciente de que tomando ese dinero entre las manos están entrando en el juego de la búsqueda de la figura más valiosa del mundo: un halcón maltés.

Para Sam Spade será una sorpresa recibir una visita de la policía esa misma noche tras haberse descubierto que tanto Archer como Thursby (la persona a la que vigilaban) han sido encontrados asesinados por un disparo de bala. Aunque más impactante será todavía cuando escuche las sospechas de la policía sobre que sea él quien ha perpetrado ambas atrocidades a causa de la relación secreta que mantenía con la mujer de su fallecido compañero.

Sam Spade comenzará una investigación de lo que realmente ha sucedido con el objetivo de limpiar su nombre. Quiere hallar la verdad que se esconde en dicho mar de mentiras y secretos.

La figura del halcón maltés

Toda la trama de la novela de Dashiell Hammett gira alrededor de una misteriosa figura de un halcón maltés. Se trata de una pieza histórica cuya valor es incalculable. Todos los personajes que lo buscan acabarán chocando inevitablemente dejando innumerables víctimas por el camino. Al final, el dinero siempre es lo que mueve el mundo.

No obstante, este no será un dato que manejemos desde el principio. Tardaremos muchísimas páginas en entender la verdadera importancia de esta pieza de colección. Por derecho hereditario debería de pertenecer a la Corona española, pese a que su especial valor ha hecho que coleccionistas lo hayan estado moviendo por todo el mundo en el más absoluto secreto.

Sam Spade: el protagonista de la novela

En El halcón maltés encontramos el típico planteamiento que acompañaba a las novelas policíacas en los últimos dos siglos.

Historias protagonizadas por un investigador privado. Cuyas capacidades de deducción están fuera de la normalidad humana. Le acompaña uno o más personajes con el objetivo de humanizarlos y tener la excusa de explicarle a los lectores, mediante conversaciones con este ayudante, qué es lo que está cavilando en cada momento.

No obstante, fuera de cualquier cliché que pudiera ensombrecer la novela a causa de pautas de las que ya estamos cansados, es la personalidad de Sam Spade la que consigue que la historia fluya con muchísimo dinamismo. Enganchando a cada página más al lector.

Además, este detective está en la misma posición que el lector. No es un personaje que maneje más información que quien está disfrutando la historia. No se le hace este tipo de trampas al lector. Por lo que disfrutará con cada migaja de descubrimientos que de la mano descubra con Sam Spade, al mismo tiempo que nos cuestionamos si las medidas que toma no chocan con nuestra ética y moral.

El planteamiento de la resolución

Como toda buena novela policiaca, el clímax de la historia se alcanza en el momento de la resolución del crimen que nos ha hecho viajar al lado del detective protagonista. En El halcón maltés no iba a ser menos. Dashiell Hammett consigue que esta escena sea la más importante e impactante de todo el libro.

Como nos tenía acostumbrados la literatura policíaca de los últimos siglos, esta resolución se realiza en una sala con todos los personajes importantes de los que hemos sospechado juntos. Con Sam Spade dirigiendo un alegato que nos dejará boquiabiertos.

Es una fórmula de planteamiento que se ha perdido en la literatura policíaca actual, pero que siempre daba lugar al cara a cara entre los lados buenos y malos, siendo aquel momento en el que los lectores nos dábamos cuenta que no hay tanta diferencia entre ambos y que entre los bandos puede llegar a existir un respeto y reconocimiento mutuo.

Contraste de culturas

Para terminar esta reseña quiero señalar el importante contraste de culturas que muestras. Lo he sentido al comparar la sociedad en la que ahora vivimos y la de los años treinta.

En la novela encontramos un marcado machismo. Estaba insertado en la sociedad. Cómo las mujeres eran tratadas como personajes sin importancia, tontas. Solo con la herramienta de su cuerpo eran capaces de lograr algún hito en sus vidas.

Así, me quedo con la frase que el protagonista le dice a su secretaria: eres tan buena mujer que pareces casi un hombre.

Bastante repugnante, pero que era la tónica habitual en esos tiempos. Es una frase de esperanza, en realidad. Hemos avanzado muy poco, pero hemos conseguido movernos. Queda camino por recorrer, pero que existan huellas nos dice que se puede seguir hacia delante.

Conclusión sobre El halcón maltés de Dashiell Hammett

El halcón maltés se ha convertido en una de mis novelas policíacas preferidas. Se merece la reputación que se le otorga. Su narración exquisita y la buena gestión del misterio. La realiza, además, sin plantear ninguna trampa al lector, la convierten en una historia muy disfrutable. Os aseguro que todos querréis saber qué es ese objeto de un pájaro negro que tanto buscan.

El artículo Reseña de «El halcón maltés» de Dashiell Hammett es propiedad de Carmelo Beltrán.


Volver a la Portada de Logo Paperblog