Título independiente | 314pp
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Robert Neville es el único superviviente de una guerra bacteriológica que ha asolado el planeta y convertido al resto de la humanidad en vampiros. Su vida se ha reducido a asesinar al máximo número posible de estos seres sanguinarios durante el día, y soportar su asedio cada noche. Para ellos, el auténtico monstruo es este hombre que lucha por subsistir en un nuevo orden establecido.
Robert Neville es el último hombre sobre la Tierra… pero no está solo. ¡Nos tiene a nosotros! Lectores bien atentos, que no os quepa duda, porque la historia que encierra “Soy Leyenda” es de todo, menos aburrida. Escrita por Richard Matheson en los años 50, esta novela inmortaliza la necesidad innata en el hombre de sobrevivir, pase lo que pase. En un mundo post-apocalíptico, donde una extraña plaga ha azotado el mundo que Robert Neville conocía, él, a pesar de todo, ha sobrevivido. Como un Robinson Crusoe, tan al borde de la locura que ansía acabar con su existencia en cualquier momento. Estamos ante una historia que perdura, que se repite una y otra vez en el mundo literario, cinematográfico, teatral… la lucha del hombre por su supervivencia e identidad.
Leí esta novela por primera vez cuando apenas tenía 18 años; la anécdota se encuentra en que no terminó de convencerme. No me gustó la forma en la que estaba traducida y me aburrió soberanamente. Abandoné la lectura, cosa rara en mí. ¡Qué terrible error e injusticia! Me perdí en su momento una novela fabulosa, que encierra en sus páginas una historia con múltiples puntos de vista, de interpretaciones… rica en significados y profundidad. ¿Quién dice que la lectura no es cuestión también de madurez? He notado que he crecido con Soy Leyenda, porque ahora la he leído entera y, no sólo me ha gustado, sino que la he entendido.
El personaje principal es Robert Neville, un hombre que ha perdido todo lo que amaba por una extraña enfermedad que se ha apoderado de la ciudad. Empezó como una gripe normal, pero un día, se convirtió en una plaga mortal. Aunque nadie moría, se despertaban de un largo letargo convertidos en unos seres totalmente diferentes. Ya no eran humanos, por lo que no tenían derecho a vivir en este mundo. Lo malo es cuando el número de personas fue disminuyendo, y el de seres extraños, vampiros, ansiosos de sangre, empezó a aumentar. Neville aguanta como puede en su casa, la cual ha convertido en un fuerte de guerra, un bunker donde desaparecer por la noche, cuando sus enemigos son numerosos y gritan desde las calles más cercanas su nombre. Ben Cortman, el que fuera su mejor amigo y vecino, le grita desde detrás de la puerta: ¡¡Sal, Neville!!
Ni el alcohol, ni los tormentos que ha de pasar para controlarse son lo suficientemente fuerte como para darle sentido a la subsistencia que está llevando. Matando a seres día sí y día también, limpiando las calles de la desierta ciudad… ¿Para qué seguir viviendo? Es por eso que, un día, descubre el motivo de su existencia. Aquí entramos en terreno reflexivo: ¿es necesario para el humano vivir en sociedad? ¿La naturalidad de nuestra sociabilidad va tan lejos como sentenció Aristóteles en su día? Richard Matheson parece jugar con esa baza, desligando mitos y cayendo en otros. La existencia de nuestro protagonista parecía movida por una salvaje inquietud de vida, pero realmente, no vivía hasta que encontró un motivo por el que vivir. ¿Somos los humanos animales de motivos? ¿Nos movemos por motivación? Parece que somos una mezcla de supervivencia e ilusiones, esperanzas y sueños perdidos. Nunca es tarde para pensar “Y si…”.
Richard Matheson fue guionista de cine y televisión, en este último caso para series como The Twilight Zone y más tarde Expediente X, y su novela El increíble hombre menguante, fue llevada con gran éxito al cine. Escritor prolífico, ha publicado numerosos cuentos y novelas dentro del género de la fantasía, terror y ciencia ficción. La novela ofrece al lector una visión vampírica diferente a la del mito. Nos ofrecen a unos vampiros que sólo buscan encontrar un hueco en su propia sociedad. El humano es el fallo que encuentran en su mundo perfecto, pues en la selva que es la vida, el número hace la fuerza y la fuerza es la reina de la selva. Por otro lado, Soy Leyenda brinda al lector una oportunidad única de conocer cómo se comporta un ser humano aislado, solo en el mundo. Las fases psicológicas por las que pasa Neville son, cuanto menos interesantes desde todos los puntos de vista, destacando el uso profundo del monólogo interior, el que nos permite introducirnos de lleno en la psicología del personaje principal. La maravillosa vuelta de tuerca final nos pondrá sobre aviso de lo que nos acecha y nos requerirá fuerza de voluntad, pero valdrá siempre la pena el esfuerzo ya que su estilo, mezcla del romanticismo y el terror gótico, es capaz de atraparnos en unas pocas páginas y erizarnos el vello, no porque los monstruos que pueblan el libro sean terroríficos, sino porque las propias pesadillas y pensamientos desquiciados de nuestro protagonista podrían parecernos demasiado… familiares.
Puede que Soy Leyenda sea un relato demasiado corto para tan buena historia, pero su planteamiento original y ligero hace de su lectura un proceso ameno y satisfactorio que, cuando llega a su final, aunque con cierta tristeza, cierras el libro con una sonrisa de oreja a oreja. Para empezar con este autor reputado y archiconocido (sobre todo por sus múltiples adaptaciones cinematográficas), creo que es el libro perfecto, adecuado tanto para los que ya habéis visto la adaptación de Will Smith (bastante alejada de la novela) como para los que lleguéis vírgenes e inocentes. Sólo me queda desearos una feliz y sangrienta lectura de una novela que no pasa de moda y que asentó miles y millones de thriller post-apocalípticos que luego nacieron y se convirtieron en éxitos. Todo tiene un principio… y un final.
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ESCRITO POR DAICHAN
Estudiante de letras y otaku apasionado. A parte de leer, jugar a videojuegos y ver películas, adora estudiar y enseñar japonés. Administra Mientras Lees desde hace tres años y su sueño es convertirse en librero. Podéis encontrarlo en su bitácora personal.